Pequeño Secreto | Draco Malfoy

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Annora's POV

El resto del día se pasó bastante tranquilo y relajante. El clima cada vez se tornaba más frío pero era un frío agradable, así que junto con mis dos mejores amigos decidimos pasar un día en los terrenos del castillo en vez de encerrados en la torre de Gryffindor.

Esta tarde, Harry y yo nos habíamos propuesto enseñarle a nuestro pelirrojo amigo a jugar al Frisbee. Lo sé, suena como la actividad más cotidiana y fácil en el mundo muggle pero créanlo o no, Ronald jamás había escuchado de ella y fue un proceso tanto difícil como gracioso que lograra manejar dicha arte.
Ginny junto a Dean se nos unieron más adelante y seguimos jugando un poco más, hasta que preferimos montar un poco en las escobas.

Harry al ser el niño preferido de la profesora Hooch logró que nos prestara un par de escobas para montar en la cancha de Quidditch mientras unos alumnos de 3ro se encargaban de limpiarla después del partido.
No voy a mentirles, mis habilidades encima de la escoba no estaban ni cerca de ser envidiadas. Tenía muchísimo miedo de si quiera despegar del piso, y cuando finalmente lo lograba, no paraba de tambalearme y pegar pequeños gritos seguidos de una carcajada.

Harry se mantuvo constantemente a mi lado vigilando que no me fuese a caer, mientras que Ron daba vueltas con Dean y Ginny, siendo mi amiga la más ágil entre los tres.

Antes de que nos diéramos cuenta ya el sol se estaba ocultando, y cansadísimos y muertes de hambre nos dirigimos juntos al Gran Comedor.

- ¿Al final encontraste a Arwen anoche? -me preguntó Dean antes de ingerir otro bocado de raviolis.

Inmediatamente pelé los ojos y sentí como mi cuerpo se calentaba. Al escuchar eso, por mi mente pasó una rápida recopilación de los eventos que tomaron lugar la madrugada anterior, y por un momento podría jurar que sentí de nuevo la mano de Draco en mi rostro. Pero tuve que apartar todo eso de mi cabeza y responder rápido.

- Llegó esta mañana a mi cuarto; anoche casi me atrapa el señor Filch fue, así que no me dió para llegar a la lechucería. -dije yo como si nada, disimulando mi inicial reacción y metiendo más comida a mi boca.

Pude sentir la mirada de Harry encima mío, así que alcé mis ojos y lo pude ver fulminándome levemente. ¿Será que habrá notado mi inicial reacción? Preferí hacerme la loca y fruncir el ceño ante su mirada, así que el hizo lo mismo y siguió comiendo como si nada.

(...)

10:47pm marcaba mi reloj, y a pesar de la hora y de que todos estábamos bastante cansados, nos encontrábamos los Weasleys, Harry y yo junto al fuego en la Sala Común riéndonos mientras los gemelos nos daban a probar de sus nuevas golosinas mágicas. Éstas, a diferencia de las que nos habían dado a probar hace dos semanas, te transformaban la cabeza en la de un animal exótico a lo random. Al darme cuenta que pronto sería hora de ir a encontrarme con Malfoy, busqué una excusa para salir sin que sospecharan nada.

- Chicos creo que mi gorro se me ha perdido cuando regresábamos del patio... iré a buscarlo antes de dormir. -dije mientras me paraba de mi lugar en el piso junto a la pierna de Ronald y me dirigía a las escaleras que daban a los dormitorios. - Buscaré un abrigo y me voy a buscarlo.

Sin esperar respuesta de nadie me encaminé a mi habitación; si más temprano el clima estaba frío ahora debe de estar congelado.

Mientras me agachaba a agarrar un jumper de debajo de mi cama, la puerta de mi habitación se cerró de golpe y me pegué en la cabeza.
Salí de debajo de la cama y vi a Ginny cruzada de brazos en la puerta.

- Maldita sea Ginny, ¡me asustaste mucho! -le dije molesta mientras me agarraba la cabeza pero suspiré al saber que era ella.

- Me vale una madre, ¿qué vas a hacer realmente allá afuera? -me miró seria mi mejor amiga.