Capítulo 6: Caminos a seguir

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-No fue muy difícil encontrarte, sé cómo trabajan, sé dónde pueden esconderse y sabía dónde te iban a llevar. –Dice el chico –Lo difícil fue pensar cómo sacarte de allí, estuviste horas encerrado en aquel almacén, habías perdido la conciencia y prácticamente ellos habían perdido las esperanzas de que despertaras, estaban tan desesperados que te inyectaron varias cosas, ojalá pudiera decirte que eran, pero no pude verlo bien mientras me escondía detrás de aquel montón de cajas. Y entonces es lo que recuerdas, cuando ellos entraron en el despacho pude oír como estaban llamando a mi padre para saber que hacer contigo, y entonces lo oí, uno de ellos dijo "Ha dado orden de matarlo enseguida si no habla" Y fue cuando supe que tenía que hacer algo, y lo único que se me ocurrió es soltarte y huir.

Sabía que podrías huir, incluso con tu herida en la pierna, pues aunque no sabía que te habían inyectado, estaba seguro que tenía que haber sido un estimulante, para despertarte, algo que te "Dopara" por así decirlo.

-¿Dónde estamos?

-¿No reconoces la habitación?

Estaba tan absorto en escuchar su historia que no me había parado a fijarme en donde nos habíamos metido. Las paredes son blancas como la nieve, cortinas perfectamente lisas cuelgan con todo su peso tras las ventanas, y una decoración de casa lujosa luce en la habitación, sin duda, era la habitación de los padres de Alex. No sé si lo he dicho alguna vez, pero sus padres son muy perfeccionistas.

-Hay una cosa que aún no sé. –Digo con miedo

-¿Si?

-¿Quién eres?

-Oh... si, perdona, soy Gabriel, pero bueno, antes me conocías como Gab.

-Tengo muchas preguntas que hacerte, ¿Sabes?

-Ahora mismo no saben dónde estamos, tenemos mucho tiempo mientras descansas. –Toma aire y lo suelta en un suspiro. -¿Sabes? Va a ser mejor que te resuma la historia desde un principio.

Así es como Gab, comienza a contarme toda la historia, y empiezo a entender algunas cosas de estos últimos meses, otras muchas aún se quedan sin resolver, pero cuando le pregunto por ellas, Gab se limita a encogerse de hombros y mirar hacia otro lado.

-Hay muchas cosas que aún no sé. –Dice finalmente tras una larga pausa

-Hay muchas cosas que aún no sabemos. –Le corrijo

-Sea lo que sea Abel, ahora no tenemos forma de huir de esto, fuera de quien fuera la culpa, hay pocas opciones para volver a tener una vida tranquila.

-¿Cuáles son esas opciones?

-Si te soy sincero, la más fácil e incluso probable, es que muramos todos, que Alex ya esté muerto, y que nosotros seamos los siguientes. –Respira –Nadie nos dice que aquí estemos a salvo, nos están buscando y ellos son los mejores en su trabajo.

-Siguiente.

-Mi padre no va a parar hasta obtener lo que quiere, y es silencio, pero él nunca se fía de nadie, ni si quiera de su propio hijo adoptivo.

-Eso significa que...

-Que no dudará en apretar el gatillo, sea quien sea quien esté en el camino, puedes ser tú o puedo ser yo, y la única opción que tenemos para pararlo, es matarlo nosotros a él.

-¡¿Cómo vamos a matar nosotros a tu padre?! –Grito escandalizado.

-Eso o desaparecer por completo de la faz de la tierra, nueva identidad, nueva vida, y separarnos los unos de los otros lo más lejos posible.

-Aun no lo entiendes ¿Verdad? Mi padre no dialoga, no mira quien hay delante de su camino, simplemente lo quiere despejado. –Dice Gab

-Podemos huir y desaparecer

Crónicas de la locuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora