Necesito que seas mía {{Lemon}} (Miraculous Ladybug).

Desayuno.

Pov Adrien

¡Maldita sea!,  porque caramba tenía que llegar mi suegro justo cuando estaba a punto de darle todo mi amor a my lady.

—Bugaboo, ¿Estás dormida?, ¿Podemos continuar en lo que estábamos?—pregunté acaricando su cabello.

—No, ya es muy tarde además estoy cansada—dijo entre bostezos.

—Esta bien—suspiré rindiéndome.

Me sentía frustrado, yo quería hacer mía a my lady, si lo sé, cómo es posible que yo piense en sexo cuando afuera hay una loca que quiere mi miraculous, no lo sé, es culpa de las hormonas.

Marinette se volvió a quedar dormida entre mis brazos, yo la contemplaba, se veía tan hermosa como una muñeca de porcelana, esa chica podía hacer que mi corazón se saliera de mi pecho. El estar a punto de perderla me hizo darme cuenta que la amo, que quiero que sea la única mujer de vida.

Pov Marinette

—¡No!—grite asustada.

Adrien se despertó y prendió la lámpara que se encontraba en mi buró.

—¿Estás bien?—preguntó preocupado.

—Si, es solo que tuve una pesadilla—lo abracé.

—Tranquila, aquí estoy yo—me dio un beso en la frente.

No quise contarle lo que había soñado. Después de un rato nos volvimos a recostar, Adrien se quedó dormido mientras que yo toda la noche me la pase inquieta, no podía sacar de mi mente ese sueño, aquella imagen donde le Paön nos tenía secuestrados y veía como estaba a punto de dispararle a Chat Noir, la verdad tenía miedo de que algo así pudiese llegar a ocurrir, si algo le pasará a él, yo me moriría.
Eran las 6 de la mañana, me paré de la cama por un vaso con agua, mis padres ya estaban por salir a su convención, se despidieron de mi, regrese a mi cuarto y me quede dormida.

Pov Adrien

Sentí cuando Marinette se paró de la cama, no quise decirle nada, sé que lo que habíamos vivido la tenía preocupada y me sentía un poco culpable por no darme cuenta de la clase de persona que era Nathalie.
Dieron las 8 de la mañana, con cuidado me lávate de la cama tratando de no despertar a my lady, baje a la cocina, quería prepararle el desayuno, abrí la puerta de la alacena y me encontré a Plagg con un pedazo de Camembert.

—¿Qué quieres?, no ves que estoy ocupado—dijo molesto.

—Necesito unos ingredientes para hacer el desayuno—dije observando la alacena.

—¿Tú cocinar?—preguntó entre risas.

—Si, no le encuentro la gracia—lo miré enojado.

—Que piensas hacer si nunca has cocinado—dijo comiendo su queso.

Odiaba que tuviera razón yo no sabía cocinar, que tal que quemaba la casa, Marinette de seguro que me mataría.

—Okay, mejor voy a comprar algo para desayunar—me dirigí a la puerta.

—Ya que vas a salir me compras otro queso—gritó.