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Uno de mis escritores favoritos, y creo que el más importante de todos ellos, dice: "Escribo para saber qué pienso".

Esa es una frase que me gusta mucho, porque en realidad es cierto, me ha sucedido en muchas ocasiones. Pero, en este momento, ni siquiera sé que pensar. Cuando escribo, las palabras fluyen y las estoy escribiendo conforme las pienso, pero ahora creo que mi cabeza está dando vueltas una y otra vez. Trato de concentrarme, pensando en qué es lo que voy a hacer con la situación que tengo en este momento...porque sé lo que quiero, pero no sé cómo emplearlo, porque no acostumbro a hacerlo. Lo que se me facilita es divertirme, sonreír y hacer como si no pasara nada. En ocasiones voy al baño, lloro y después me lavo la cara para que no se note, salgo y sonrío de nuevo. Es horrible no poder manejar todo lo que siento, por ejemplo, mi mente está diciendo: "Problemas, problemas, problemas..." pero mis acciones dicen: "Soy feliz, déjenme en paz". Y a diferencia de este caso a veces mi mente dice: "Indiferencia, puedo divertirme a gusto" pero mi lenguaje corporal te dice: "Estoy triste o estoy enojada".

Es malo, porque las personas con las que me relaciono nunca saben cómo estoy en realidad, y pueden decir o hacer cosas que me pueden afectar positiva o negativamente. Pero sé que todo lo que he estado guardando podría salir en cualquier momento, y me asusta que ese día se acerque pronto, así que trato de evitarlo y sigo sonriendo falsamente...es lo mejor en estos momentos.

-Voces.

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