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—Draco— llamó Harry mientras acariciaba los rubios cabellos que se posaban en su regazo.

—Dime —ronroneo en respuesta.

—¿Cómo es el? me refiero a físicamente— Draco abrió los ojos por un momento, y luego se ruborizó.

  — Es un se-cre-to — dijo risueño. 

—Anda, dime— rogó haciendo un mojin.

—No— niega divertido al ver la expresión de Harry —pero te diré algo, él es único, su belleza es reconocida por todos y no solo eso de él, todo él es reconocido. 

Harry se entristeció un poco pensando que quizás la persona que le gustaba a Draco podría ser el recuerdo de Cedric, quizás aquel chico que llego de intercambio o tal vez ese con el que estaba la otra vez se llamaba mm.... No lo podía recordar.

A medida que el tiempo pasaba sus deseos aumentaban, pero ninguno de los dos hacía algo. Harry se encontraba en la cama bebiendo una cerveza de mantequilla y Draco acostado a su lado con los ojos cerrados disfrutando de las suaves caricias que Harry hacia en su pelo.

— Harry — llamó titubeante.

—¿Qué sucede dragón?

—¿Cómo lo hacen dos hombres?— Harry al escucharlo se atraganto con la cerveza y empezó a toser.

—¿Estas bien?—Preguntó preocupado.

—Sí —dijo ya casi repuesto—¿Es verdad que no lo sabes? —Draco se sonrojo, escondiendo su rostro como podía. 

— Sí, es en serió, nunca me lo había preguntado.

— Yo no puedo decirte, es muy vergonzoso. —dijo un poco sonrojado con su voz muy baja para que no sonara titubeante. 

— Entonces muéstrame — Su voz sonó segura pero avergonzada, su cuerpo se cubrió completo de rojo, se veía delicioso a los ojos del moreno y Harry no sabia si podría resistir, paso unos minutos admirándolo, pensando si eso estaba bien, el tiempo paso y la mirada de Draco se fue ensombreciendo, dándose cuenta de que lo que pidió era completamente estúpido e irracional, Harry se dio cuenta, y su corazón se apretó, sabía que esto no sería bueno y que luego dolería más, pero si no podía tener a su amor, entonces le daría una experiencia inolvidable, la mejor de todas.

— Si insistes —se acerco dudoso fingiendo que no le importaba, llego a su lado subiendo su mano hasta su mejilla, rosando con delicadeza y leves temblores tratando de no lastimarlo o asustarlo de ninguna forma, acerco su rostro al de él para darle un pequeño y suave beso lleno del amor que sentía, de aquel que no podía decir ni ocultar de sus acciones, lamió su labio inferior antes de separase e ir a su oreja para tirarla entre sus labios, dejando pequeñas mordidas y lamidas sobre ellas fue bajando de a poco hasta su cuello, pensaba dejar varias marcas para reclamarlo como suyo aunque nadie las fuera a ver, eso lo hacía sentir un poco mejor con todo ello, Draco comenzó a suspirar sintiéndose en las nubes hasta que una mano traviesa le quito sus prendas quedándose colgada en el pantalón que traía. 

—¡Espera!— medio grito.

—¿Te arrepientes?

—No, pero no es justo que sea solo yo el que este así.

— Entonces quitame la ropa —Draco se acomodo a gatas en la cama, con manos temblorosas empezó a quitarle la polera a Harry, le acaricio la cara y le beso como había hecho este primero, un beso lento y suave y más profundo del que ya se habían dado, le mordió de manera leve el labio inferior provocando que Harry abriera un poco sus labios para soltar un pequeño jadeo, deslizando su lengua por su boca y explorándolo, así comenzando un suave desliz entre ellos.

Dos cabezas piensan mejor que una (Harry x Draco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora