Fantasías

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Los brazos de mi hermana se acurrucan en mí. Sus ojos estaban cristalizados de emoción, y su sonrisa mostraba felicidad.

Aún no podía entender que estaba pasando, y que lugar era en el cuál yo estaba. Mis labios apenas podían articular una palabra para poder preguntarle.

-¡Mamá! ¡Ha despertado!- gritó mi hermana-

La miré con extraña felicidad tratando de asumir que era bueno lo que estaba ocurriendo, aun asi no sabiendo lo desconocido, a ellas les hacia felíz.

Despierto de mis pensamientos al ver a mi madre entrar totalmente agitada por aquella puerta blanca y ancha en donde me encontraba. Ahí supe que era una habitación, pero no la de una casa. Observé varios implementos médicos que se encontraban a mi alrededor. El único color que podìa notar era el blanco puro. El aroma a medicamentos me confirmaba que estaba en el hospital.

Abrí mis ojos con impresión. Mi madre estaba acariciando mis mejillas heladas con la yema de sus dedos. Sus lágrimas caían sin cesar, y en ese preciso momento sentí felicidad y tristeza a la vez. Era una mezcla de sentimientos, tal vez melancolía. Pero no quería despegarme de mamá, de sus acogedores abrazos y besos satisfactorios para cualquier duda que pudiera tener.

-Ma... Má- logré decir-

Amelia y mamá se miraron felices, las dos llorando en mis brazos, y yo solo dejando que me besaran con ansiedad. Podía sentir su tranquilidad y paz porque yo estaba con ellas.

(...)

Amelia estaba sentada a un lado de mi camilla, con su mano apoyada en la mia, y repitiéndome "Ya todo acabó",pero yo sentía que recién estaba comenzando.

-A... Me..

-Hermana, no es necesario que digas algo ahora. Tu descansa.

Pero yo seguía con mis dudas.

Ella se levantó de la silla para comenzar a avanzar hacia la salida de la habitación. A medida que ella se alejaba, mi corazón gritaba que no se marchara, necesitaba preguntarle muchas cosas. Tomé fuerzas, y grité como nunca.

-¡Espera!.

Fué la palabra más difícil de mencionar desde que aprendí a hablar.

Amelia se detuvo de espaldas, y de a poco se dió la vuelta para mirarme sorprendida.

-Nece... Necesito preguntarte... Mu... Muchas cosas.

Ella se acercó muy despacio, tratando de procesar lo que estaba pasando. Se sentó a mi lado, y solo asintió con una media sonrisa para aprobarme las Preguntas que yo le tenía.

-¿Que me pasó?

-Tuviste... Un accidente.

-Detalles.

-Saliste una mañana a dar una vuelta, y un chico te vió recogiendo tu Mp3, donde justo pasó un automóvil por encima tuyo. El no pudo evitarlo. Fué hace... Hace siete años.

Mi mente no sabía si estar en Jungkook, que de seguro el era el chico del Mp3, o en los siete años que estuve en coma.

-Jung... ¿Donde está Jungkook? Necesito verlo- pregunte alterada-

-¿Hablas de Jeon Jungkook?.

-¿De quién más?.

-Pero... Si a tí nunca te ha gustado Bts, ni menos Jungkook. Los odias.

-Amelia... Yo soy novia de Jungkook, tu... Tu estás casada con Jhope.

-¿De.. De dónde sacaste eso?. ¡Leslie!. Llevas siete años acá, desde los doce.

-...No, Amelia. ¿Cuándo fué la última vez que vino Bts al país?.

-El año pasado. leslie...¿Estás bien? Llamaré al doctor.

-¡Estoy bien!. Por favor, Amelia, dime que fuiste a su concierto.

-¿Como se te ocurre que fuí a verlos?. No hubo día que estuviera a tu lado.

Mi corazón bombardeaba con velocidad y dolor. Trataba de procesar las palabras de Amelia.

Si Amelia no fué al concierto de Bts, y jamás mi mamá los encondio en la mansión. Ni el chico que me vió antes del accidente me pudo rescatar, entonces... Dios, jamás estuve con Jungkook, todo... Todo era una fantasía.

Mil cuchillos pasaron por mi corazón una y otra vez, sin parar. Mi cuerpo se desvaneció en el de mi hermana. Ella solo me trataba de calmar con sus caricias en mi cabello, pero era inútil.

Si todo esto no fué real, deseo que nunca hubiera despertado

Viviendo con Bts [2da temporada] (Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora