❝Perdona si digo que te extraño❞

41 3 0
                                    


Hola extraña.

Llevo un tiempo viéndote pasar.
Un día sí,
otro ya no.
No te paro de buscar,
desde que te vi,
en la misma estación.

Hace un tiempo ya
que ruego
y que sueño
con poderte cruzar.
Que los rostros desconocidos
se deshagan
y me cruce contigo.

No, tranquila.
No soy una acosadora.
Sólo una romántica empedernida
que sueña con una historia
en la que seamos protagonistas.

Pero no sé quién eres
y te has calado hasta mis venas.
Y tan sólo con verte
mi corazón me golpea.
Y cuando te acercas...
Dios, cuando te acercas,
mil latidos siento en mis sienes.

Y me da miedo mirarte más de dos veces.
Porque no quiero que pienses
que soy una atrevida
o, ya sabes, esa estúpida idea
de que cuando una chica mira
mucho a otra es porque la odia.

Joder, me pasaría una hora
entera
mirándote como miraría a las estrellas
en una noche sin nubes en ella.
Porque eres preciosa,
y a lo único tuyo que le tengo envidia
es a tu chaqueta.
Porque te abriga cuando tienes frío,
y yo quisiera ser tu abrigo.
Rodearte con mis brazos
para saber que no eres una ilusión.
Para saber que eres de hueso y carne,
y yo no he perdido la razón.

No sé qué tiene tu mirada,
pero me hace querer sostenerla
aun cuando mi mente me recrimina
que estoy siendo intrusiva.
Por eso la aparto asustada,
porque tu belleza es adictiva.
Y siento que no me cansaría
de ver tu cara bonita.

Eres de la clase de chica
de la que los poetas se enamorarían.
Porque eres un enigma.

Pero tus ojos me atrapan
y no sé cómo más escapar
que escribiéndote una carta.
Es contraproducente, lo sé.
Y, a veces, inútil.
Porque quisiera hacerte saber
lo cautivante que eres.
Pero, si tan sólo lo intento,
probablemente,
alguna de las dos saldría corriendo.

Pareces ser de la clase de chica
que me dejaría recostarme en sus brazos,
y me haría sentir protegida.
Y tengo este impulso extraño,
a pesar de que me intimidas,
de querer abrazarte por la espalda
y recostar en tu hombro mi cara.

Tal vez te he soñado demasiado
y ya no sé distinguir
la realidad de lo imaginado.
Pero la realidad es fría
y no quiero hacerle caso.
Porque ya casi es invierno
y me hacen falta tus brazos.
Aunque jamás los haya sentido
y casi estoy delirando.

Perdona si te digo
que te extraño
aunque ni sepas cómo me llamo.

05.12.2016

❝Cartas a una extraña❞ [POESÍA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora