Capítulo 12

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Era un día soleado y perfecto

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Era un día soleado y perfecto. El sol radiaba todo su esplendor desde las rejas de las vallas que rodeaba el porche de tenis del alrededor. Melody estaba en el baño haciéndose unas coletas mientras yo ya daba botes con una pelota que había cogido de las bolsas a la espera de que saliera ara echar unos partidos.

—¡Allá vamos!—decía Melody saliendo del baño mientras daba saltos cortos como si fuera una animadora de un club popular de instituto.

—No se jugar al tenis, pero haré un esfuerzo ¿vale?—encogí de hombros y dí un golpe con la raqueta haciendo que Melody la cogiera desde la esquina superior. Dio un salto y la hizo rebotar hasta mi dónde no pude cogerla.

—¿Eso es todo nenazas? De verdad... pensaba que ibas a poder cogerla pero ni siquiera has dado un golpe deslumbrante.—reprochaba Melody una vez más mirando al suelo.

Cogí la pelota y miré hacia ella con mala cara. —Lo siento... te dije que no sabía. ¿Porque no nos apuntamos a clases de tenis y que venga un hombre de telenovela para que nos de instrucciones de como jugar?—arqué la ceja haciendo entender mi pregunta a lo que Melody supuso la tontería mas grande que haya podido salir de mi boca.

—Estarás híbrido ¿no?—tiró la raqueta y se acostó en el suelo poniéndose las manos a la cara. —No me lo puedo creer Cat, acabas de decir la gilipollez más grande de toda tu vida. El efecto ruptura ha dado efecto.—Río fuertemente a carcajadas en lo que me quede de brazos cruzados. Estaba indignado. Ella se pensó que iba a poder tirar la pelota como lo hace Rafa Nadal y se equivoco con el hallazgo de mi don para el deporte. Estaba avergonzado.

—Juega tu sola.—tiré la raqueta al suelo y me fui hasta el banco dónde estaba mi bolsa de aseo con mis cosas personales. —No se ni para que dije si al venir aquí a jugar contigo. Siempre abres el dichoso cajón de mierda.

—Perdón Cat...no quería sacarlo pero es que te veo tan metido en ese tema que parece que todo lo relacionas con eso. ¿Porque no cambias el chip?

—Cambiaré cuando me de la gana.—cogí mi bolsa y abrí la puerta de la verja.

—Hazlo ahora.—se cruzó de brazos.

—¿Ahora? hace falta tiempo para hacerlo.

—Nadie dice que hay que tener tiempo para olvidar a alguien. Nada más y nada menos que lo puedes hacer ahora. No es difícil.

—Claro, para ti es fácil decirlo porque nunca has estado enamorada de alguien.

—No sabes ni lo que dices.—rió mirando al suelo.

—Si lo hubieras estado...no entiendo porque no has dicho nada. Yo al respecto, te he contado todo lo que me ha pasado desde el minuto uno y me has escuchado. ¿Porque tu no?

—He estado enamorado y si no te lo dicho es porque estabas bastante rallado con tus problemas.

—Aplausos...ahora me tomas por un problemático que no sabe arreglar sus cosas ¿no?—dije dando pequeños aplausos irónicos.

Siempre ángeles © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora