CAPÍTULO XIII

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ALEX

-¿A que se está bien en la piscina desnudo? -Reí al recordar su cara cuando me vio. Ya se lo dije, no había nada mejor.

-Si... Muy... me sentí muy...¿libre?. -Solté un carcajada y él una simple risita nerviosa.

Le observé por unos cuantos segundos, parecía incómodo. ¿Quién no? Teniendo a tu hermanastra mirándote mientras estas desnudo?

Le guiñé el ojo antes de subir a mi habitación.

Recordé a mí queridisima amiga Sarah, así que para matar el tiempo, decidí hacer una videollamada.

Una maraña de pelos tapaban la cara de mi amiga.

-Alexia... What are you doing? -Mi amiga...como no, siempre hablando en inglés.

-Habla en español, y así practicas para el examen. - Sabía que este año tenía un examen de español, y si seguía así, no lo aprobaría, y eso sería tirar el dinero.

-Como quiera la señorito. -Solté una carcajada. -¿Por qué tú llamas a estas horas?

-Eh... Querida -Dije riéndome -son las cinco de la tarde. --Hago referencia a Londres, ya que aquí era una hora más.

-Es Sábado.

-Es viernes. -daba igual que día fuera, estábamos en verano y no había instituto. Además, ya entraríamos a la universidad. -Además, ¿no puedo llamar a la mejor amiga que una puede tener? -Se ríe, echaba de menos esa risa.

-No me digas esas cosas que me sonrojo. -ahora me rio yo. -¿Qué tal por España? No sabes cuanto te he echado de menos.

-No más que yo. -le lanzé un beso. -No sabes la de cosas que ha pasado -Me acordé de que ella no sabía lo que me había pasado porque justo al día siguiente se fue. -Sarah yo... No quiero hacerte sentir mal pero... La noche, la última noche que te quedaste aquí y salimos de fiesta, me intentaron violar. -Sarah se llevó las manos a la boca.

-¿Cómo? Alex cuéntamelo todo ya.

Le conté todo: lo del callejón, cuando desperté en el hospital, cuando llegué a la casa soñada (Nótese la ironía), sobre Celia, Joel, sobre Ben, sobre Óscar... Dani.

No pudimos evitar hablar toda la tarde y parte de la noche, me sentía genial hablando con mi amiga. Me contó cómo le estaba yendo este verano, cómo había conocido a un chico, y me empezó a caer bien, aunque no lo hubiera visto, con lo que ella me hablaba de él, tenía pinta de ser fantástico.

***

Seguía hablando con Sarah cuando alguien tocó la puerta.

-La cena está servida, ¿bajas? -Era Óscar, quien se quedó mirando a mi amiga mientras me decía todo eso. -Vaya, ¿quién es? -Dijo con un tono de voz un tanto pervertido.

-Ni lo sueñes don Juan. -Dije rodando los ojos.

-No me has hablado de Juan. -Miré de nuevo a Sarah y me reí ante aquel comentario.

-Él no es... Déjalo, es solo una expresión. Él es Óscar. -Le miró fijamente a través de la pantalla, me dio un vuelco al corazón ya que le había contado lo del beso y lo de Dani. No sabía si era capaz de abrir la boca y expresar su opinión al respecto.

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