Capítulo 7

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El miércoles por la tarde Anahí se encontraba nuevamente en la cafetería, pero ésta vez con su mejor amiga, Maite.

Los miércoles eran sus días para verse ya que, debido a los trabajos tan diferentes de ambas, ese era el único día que podían coincidir.

-Lo mismo de siempre -le dijo Maite al mesero que ya las conocía y entrelazó nos dedos sobre la mesa una vez se quedaron solas- Bien. Cuenta.

-¿Que cuento?

-¿De quién es el audi en el que llegaste?

Anahí no pudo esconder su vergüenza. De nuevo Poncho insistía en darle un aventó a la cafetería. Y no fue muy distinto al martes que la llevó hasta su casa.

-¿De que hablas? ¿Que audi?

-Any, no podré saber mucho de carros, pero ese definitivamente podría reconocer de las revistas. Y dudo que algunos de nuestros amigos puedan costearse uno así, así que dime... ¿Quién es?

El móvil de Anahí vibró avisando de un texto y lo leyó para ganar tiempo a responder esa pregunta.

Alfonso Herrera:
"No pude decirte lo hermosa que te veías hoy, pero lo estabas. Me gustaría verte a solas."

Miró a Maite rogando que no se le notara lo tonta en la mirada pero fue imposible dada la mirada inquisitiva que su amiga.

Anahí:
"¿Este viernes te parece bien? Me apetece bailar."

Alfonso Herrera:
"Me parece fantástico 😉"

-¿Y bien? Debe ser alguien importante para que me ignores todo el rato -la volvió a tierra su amiga.

-No, ni tanto -dejó el móvil en la mesa mientras tomaba el mocca que el mesero acababa de dejar en su mesa -un amigo.

-Un amigo con un auto de lujo.

-Algo así -sonrió detrás del vaso.

-¡Anahí! Dime ¿como lo conociste?

-Es el padre de una alumna de la academia.

-¿Queeeee?

-Maite, baja la voz. -la reprendió.

-Perdón, es que.. ¿De verdad tiene una hija? -ella asintió- ¿Que edad tiene él?

-Treinta y tres.

-¿Tiene esposa?

-No.

-Ah bueno -se relajó- ¿están saliendo?

-No Maite, es un amigo nada más - su amiga la miró con desconfianza- ¿Que? Solo salimos en plan de amigos.

-Claro, y yo me chupo el dedo.

-De verdad -se mintió a ella misma- no puedo tener amoríos con representantes de las alumnas, creo que hasta hay una clausula de eso en el contrato.

-¿Y eso por que?

-Me contó Aarón que una antigua profesora tuvo una aventura con un cliente millonario, su esposa se enteró, demandó a la empresa y se encargó de darle mala fama con sus conocidos.

La Profe de Baile (terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora