10 Razones Para Enamorarse De Cupido

Capítulo 10

Caritativa

Desperté como cada día desde que el duende vive conmigo... Solo que ya no de malas como normalmente me ocurría. Me senté en la cama y pensé en lo mucho que mi vida había cambiado en solo unos días. Me di cuenta que en realidad no la quería, que ella no era mi amor verdadero, solo era cariño y que todo murió en aquel restaurante.

Decidí salir de la cama antes que el duende terrorista se apodere de mi cuarto, tome un baño y decidí preparar el desayuno, si que el día comenzó raro... pero no puedo dejar de pensar en lo que Cupido me enseño, en lo que es ser humilde, en lo que Niall hace por mí cada día.

-Buenos días Hazz- dijo un Niall soñoliento camino al baño.

-Buenos días bro- le conteste mientras tomaba mi café. Pero me divirtio ver su cara cuando proceso la situación.

-¿Harry? ¿No estoy soñando? ¿Me morí? ¿Estas despierto? ¿Estoy enfermo? No lo entiendo- dijo todo esto rápidamente mientras se tallaba y pellizcaba.

-Si soy yo, no no estas soñando, no estas muerto y si estas despierto pero no enfermo, solo decidí preparar el desayuno para variar, tu siempre lo haces para mí y después de ayer no me siento yo mismo, quiero cambiar Niall y quiero darte las gracias por ser mi amigo, mi amigo de verdad- Niall lloraba de la emoción - No hay nada que perdonar y nada que agradecer, después de todo tu siempre has estado allí para mí- me abrazo.

-Sera mejor que tomes tu desayuno no se vaya a enfriar-   le dije y mientras el tomó asiento se me ocurrió el mejor modo de usar la empresa para ayudar y le comente mi idea a Niall.

-Enserio eres asombroso bro, por supuesto que te apoyare- 

Nos dirigimos a la oficina y ya en está decidí utilizar el Internet para investigar un poco a las obras de beneficencia, mi sorpresa fue mayor cuando leyendo algunos reportajes y viendo algunas fotos encontré su rostro, así que decidí apoyar su causa con mi propio dinero.

Le pedí a mi secretaria que cancelara mis compromisos y que avisara a Niall que saldría. Me dirigí a un invernadero y compre unas rosas blancas.  Fui por una dulcera y en lugar de llevar los dulces típicos fui al área de bombones y compre una caja. 

Con la idea de llevarla a almorzar me dirigí a la empresa.

-Buenos días Louis ¿Se encuentra Zendaya?- le pregunte, me caía bien siempre y cuando no estuviera cerca de Zendaya pero desde luego los celos son celos y por muy amigos que sean no pienso cuando esta cerca de ella.

-No se encuentra- me contesto mirándome fijamente, retándome pero yo no había ido allí a causar revuelo.

-¿Podrías decirme donde la encuentro?- volví a intentarlo

-Ella no permite que de esa información- me contesto cortante al notar las flores.

-Esta bien, solo ¿podría dejarle esto en su oficina?- me miró y asintió.

-No tardes-  yo solo asentí mientras entraba.

-Solo voy a colocar esto aquí mencione, mientras las colocaba en una esquina de su escritorio y en el teclado de su computadora los bombones- y en ambas cosas una nota. La primera decía gracias y de fondo tenía una imagen de todas las personas que ayudo, la segunda decía ¿Conoces las diez razones para no enamorarse de cupido?

Salí de su oficina y le di las gracias a Louis pero cuando me iba el me tomo del brazo. -Te estoy vigilando, no tengo nada contra ti pero a ella no la lastimes-

-No es esa mi intención- me soltó después de mirarme.

-Tienen cita mañana a las 6 pm-  me di la vuelta y en el elevador casi cuando se cerraban las puertas me llamó.

-Y ¿Styles? Ella necesita a alguien fuerte- Pero si ella ya es fuerte pensé mientras me dirigía a la casa, luego pensé en en el día que me la encontré llorando en brazos de Louis.

Sí ella es fuerte pero también necesita a alguien que lo sea cuando ella se sienta débil, ella es misteriosa pero necesita a alguien que la ayude a guardar sus secretos.

-Tienes razón Louis... Pero estoy dispuesto...- decidí dormir temprano y dejarle la cena lista al duende mañoso.