Cuentos cortos y pensamientos largos

VI - Tonto

Como yo sé que el tiempo me ayudará, daré paso a mis heridas para que dancen junto a mis lágrimas en las agujas del reloj que a su vez me devora. Lentamente, corroyendo mis pensamientos y sentidos a la par de lo que no pienso y no siento; destruye todo mal y bien que hay contenido en mi ser.

Le conté al solitario tiempo todos mis amores, penas y pasiones y no respondió ni con una mentira, yo supongo que es mejor así, prefiero un mudo que un falso, pero en este caso necesitaba consejos de alguien que no sea yo porque ya estoy hartándome de mí.
Sigo haciendo cosas que dije que no haría; estoy hartándome de eso.

Sigo haciendo cosas por personas sin recibir nada a cambio y no entiendo por qué.
La única forma de expresarme la hallo estando a solas, con el corazón en la mano riendo enajenado al son de sus latidos, perdiendo la cabeza con los recuerdos que juré olvidar.

Ante los mares tenebrosos y furiosos que ondean enormes mareas sigo nadando. Perdiéndome en mis sentidos a la hora de expresarme ante unos ojos que transmiten paz... pero yo traigo el caos.
Pidiendo perdón a aquel que lastimado por mí está y no logra sanar las heridas.
Estoy viviendo mi muerte.
Todo por dar más de lo que debía.

Ya que he regalado minutos y horas de mis días y eso no se recupera, el problema reside en que no sabía a quién se lo ofrecía. Las limosnas penosas y mentirosas de los segundos de paz dentro del desorden hicieron que marchite mi confianza poco a poco y cuando los guerreros de buena fe se acercaron, los rechacé, todo por culpa de haber actuado como un tonto.
Todo por una herida que, ahogada en las horas, marchita mi cuerpo.

Soy de un tipo de persona que ama ir a su paso, pero el padre tiempo no entiende de esperas y sigue corriendo sin pensar en lo que hiciste mal; no te deja recuperarte, no me deja hacerlo.
Cuidado con el tiempo, cuidado con actuar sin pensar, cuidado con ser tu mismo, cuidado con fingir ser otro y cuidado con aceptar algo que no quieres solo por estar bien; malditos sean los placebos. No seas tonto.