Que linda manera de honrar a la muerte que tenía. Con ese vestido largo hasta los pies descalzos dibujando una sombra oscura, padeciendo de la bendita enfermedad del placer-dolor.
Era inherente para ella entender el comportamiento de los demás, como si fuese algo innato, su ser puro y extravagante necesitaba entenderlos ya que por sus manos se irían de sus hogares añorando el techo y las paredes que los acobijaron una vez.Cargaba consigo una larga hoz donde pinchaba el sol de forma cariñosa iluminando la punta de la guadaña que reflejaba esos rostros.
Han oído los impíos de ella, han sufrido por ella, ahora es vista de otra forma, representada en función de otros aspectos que la pintan diferente pero aguarda frente a ellos con el mismo ímpetu y finalidad.
Yacían arrodillados frente a su largo cabello oscuro en la espera del final, compartiendo el último trago de aire, por consiguiente abrazaban la misma realidad: Pronto acabaría el dolor, la agonía.Qué extraña forma de desafiar a la vida tenían aquellos:
Vestidos de prejuicios y deudas negándose a morir y alabando a seres omnipotentes que alegan seguridad en palacios utópicos.
Ahí estaban ellos, arrodillados ante la dama, esperando el filo mientras palpaban la palma de una mano con la palma de la otra. Exclamaban ser protegidos a modo de súplica.Lo curioso es que, a pesar de toda esa pose y fe ante el abismo, muchos de ellos no creían que al saltar vivirían, pero claro... estaban al borde, estaban en la delgada línea que hacía que cualquier ser creyera en algo para sustentar sus ansias de seguir viviendo.
Allí arrodillados al ver que la dama alzaba su herramienta, supieron el miedo que todo ser no eterno siente, lo vivieron, lo sintieron carcomer su carne hasta dejarla pútrida; sintieron corroer sus huesos hasta que se hicieron polvo.
El sol brilló nuevamente en la guadaña y a la par de que el cabello de la dama oscura flameaba, comenzó a juzgar uno por uno a los presentes, mientras caían los primeros ante el filo del final del túnel, los últimos contemplaban el rojo de sus vidas desperdiciadas.
El último de la línea observaba atónito, con el alma en los labios pero por dentro pensaba: "Que linda manera de honrar a la muerte"
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Cuentos cortos y pensamientos largos
AléatoireEmbarquémonos en mi visión del amor, la ira, la rutina, el cariño, lo bueno y lo malo entre otros aspectos que marchitan y florecen al ser. Se trata de una compilación de pensamientos acerca de diversas cosas en diferentes etapas de mi vida, además...