Vendido | Larry

Capítulo 1: Subasta

El día comienza normal.

Me levanto a tomar una taza de café luego de tomar una ducha.

Olivia me envía un mensaje enseguida. La pantalla se ilumina y los ojos me duelen por el brillo repentino de la pantalla.

Ignoro el mensaje y le llamo.

-¿Qué pasa?

-¡Te tengo noticias! -levanto las cejas mientras le doy un trago a la taza, frunzo el ceño mientras le añado otro poco de crema. -Bueno, sabes que hoy es la última subasta de la temporada, y me dijeron, que va a haber una subasta tipo VIP, nadie sabe quiénes van a participar, pero son personas muy influyentes.

-¿Para qué me dices eso? Ese tipo de subastas son privadas, te lo han dicho, Olivia. Nadie puede asistir.

-Porque, me llamó Billy para decirme que revisaron tu perfil y ¡vas a participar! -escupo de inmediato el café. Había presentado mi perfil desde hace tiempo para participar en las subastas. Te dan una parte de las ganancias, sólo por participar, y el demás dinero se dona a la beneficencia. Había querido participar porque es un movimiento importante. Te dan mucho empuje a la que sea tu carrera sólo por estar ahí. Y en mi carrera de modelo sería la ocasión perfecta para darle un impulso.

No quería entrar a la zona VIP, porque son movimientos privados, nadie sabe nada después de esas subastas. Según los organizadores, las carreras son impulsadas por los donadores del dinero, ya que son personas más importantes. Pero honestamente, no le creo mucho ya que no veo generalmente hablar de los chicos que han participado ahí. Igual, es un honor participar en ellas.

-¿Hablas en serio?

-Duele que dudes de mí, Styles.

-Lo siento, es que... ¡Dios! Esperé muchos meses por eso.

-¡Lo sé! Como sea, recuerda estar listo a las seis de la tarde, van a pasar por ti a tu casa. Lamento no poder estar ahí, pero sabes cómo son las reglas.

-Claro, no te preocupes, Olivia, sé que me apoyas de todas formas.

-Nos vemos, preciosura.

-Adiós. -cuelgo. Son las nueve de la mañana.

Vivo cerca de la ciudad, asistí a las subastas por mi padre quien solía ir a hacer donaciones. Él falleció el año pasado.

Y me dejó sólo una parte de su herencia, lo demás, siguió por su camino y lo donó a diferentes causas. Como orfanatos, causas para el cáncer, etc. Al final, me dejó con cincuenta mil libras y a mi madre con cien mil. A ella no la veo muy seguido ya que invertí mi dinero para estudiar modelaje y tuve que mudarme cerca de la ciudad. Básicamente he vivido en parte de ese dinero y por otra parte del trabajo de medio tiempo que conseguí en una empresa como asistente. Hacía trabajos de modelaje pequeños, apenas eran reconocidos. Como revistas con pocos compradores o anuncios pequeños.

Realmente era una gran oportunidad.

Cuando termino de limpiar el desastre que dejé en la cocina luego de escupir el café, camino hasta mi closet y tomo un traje que estuve esperando para poder usar el día que me ofrecieran participar en la subasta. Era muy sencillo, realmente, era negro y un poco holgado. Tenía las mangas muy simples, el pecho era de una tela traslúcida y contenía un cuello con holanes.