Capítulo 14: Mis Ojos, Los Tuyos

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Louis pasó por mí justo como lo dijo.

Son las 8:15 y está aquí junto con su auto, los guardaespaldas están en el auto de atrás. Mientras yo bajo rápidamente para verlo a través de la ventana antes de abrir la puerta.

He hecho esto muchas veces.

Cenar con él.

Pero muy pocas veces han sido en serio.

—Hola. —murmuro, él sonríe pero no me contesta el saludo de vuelta.

—Te ves hermoso. —siento que la sangre me sube a las mejillas enseguida. Me abre la puerta y me deja pasar.

—Gracias. —murmuro apenas antes de entrar al auto.

—No agradezcas, es la verdad. —cierra y se sube a manejar. Pocas veces lo ha hecho. Siempre trae chófer.

—Creí que no sabías conducir. —murmuro, él se ríe y arranca el auto.

—Aprendí a los doce. —me mira. —Pero con todo el estrés de encima lo que menos quiero es estresarme en manejar también. Pero hoy sí. Estamos los dos solos y quiero que sea una cita de verdad. —me mira. —Vine por ti, te llevo a cenar y luego te llevo a casa. —sonrío.

—Gracias.

—No pasa nada. —murmura.

Llegamos al restaurante en diez minutos. Le da la llave al chico de la entrada que se lleva el auto a estacionar. Miro con atención antes de entrar. Es un restaurante enorme. Alto y con mucha iluminación tenue, candelabros por doquier.

Camino al lado de él hasta la mesa, es una alejada de todo el mundo, dentro de un cuartito con cortinas blancas. Muy privado, veo a mis dos guardias acercarse del otro lado de la cortina y pararse afuera para vigilar que esté todo bien. Volteo a ver a Louis, está mirándome con bastante atención, frunzo el ceño enseguida.

—¿Pasa algo?

—No. —me dice. —Eres muy lindo, es todo. —la sangre me sube a las mejillas enseguida. No puedo evitar sentirme nervioso aún a pesar del tiempo que llevamos juntos. —¿Te divertiste hoy?

—Uhm, sí. —murmuro enseguida. —Es un poco raro ver a mis amigos luego del tiempo. Siento que los dejé de ver un año entero.

—Es normal. Lamento haberte alejado de ellos. —deja de verme enseguida, el corazón me duele, a veces olvido qué él influyó demasiado en lo que está pasando ahora, pero valió la pena por un lado.

—No quiero que pienses en eso. —murmuro. —Hoy es diferente, hablemos de otra cosa ¿cómo te fue con tus negocios? —me mira de nuevo, sé que guardó una sonrisa para él mismo, aunque jamás lo acepta.

—Bien, estuve mucho tiempo fuera así que... Diferente, siento que la dejé igual que como está, no ha cambiando mucho, tendré que contratar otro jefe de finanzas. —frunzo el ceño. —Todo va bien, creo, mañana terminaré de ponerme al día. —apenas asiento, Louis me deja de mirar para ver su comida un segundo, duda en decirme algo, su cara se frunce antes. —Estaba pensando en mudarnos... Más cerca. —lo miro de inmediato. —No aquí, un poco más lejos. Pero... No sé qué opines.

—Claro. —digo sin dudar. Extrañaba mi vida, demasiado.

—Pero aún así no podrías venir tan seguido, cuando quieras reunirte con tus amigos puedo mandar a por ellos, pero no podemos estar tanto aquí.

Vendido | LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora