La Historia de Cato

Cap. 5

Clove y yo estábamos bajando en el elevador para reunirnos con los otros tributos en la sala de entrenamiento. Ella parecía no notar que estaba conmigo, quería parecer fuerte, pero yo sabía que Clove no podría sobrevivir en la arena sin alearse a mi.

Llegamos a la sala de entrenamiento y rápidamente adopté mi postura de superioridad, me paré junto a los del distrito 1 para sacarles un poco de plática y hacer equipo con ellos.

Un instante después aparecieron los del distrito 12, ¡¡cómo los odiaba!! Los fulminé con la mirada más dura que pude poner y noté como ellos se tensaban, eso me hizo sonreír un poco.

-reúnanse todos, por favor- dijo nuestra entrenadora principal.

Cuando todos estuvimos reunidos empezó con las indicaciones.

- Hay varias cosas que pueden aprender, tienen 4 días para prepararse, traten de mejorar lo que ya saben y aprendan cosas nuevas, no ocasionen peleas ni agredan a sus compañeros, tendrán tiempo suficiente para hacerlo en la arena.

Una risotada recorrió la sala.

- pueden comenzar- anunció la entrenadora.

Todos notamos que los vigilantes nos estaban observando para comprobar en que éramos buenos, así que yo fui directo a donde se encontraba una espada, me di cuenta que Marvel, el chico del distrito 1, me siguió y comenzamos a luchar para entrenar.

Noté que Clove iba a recoger una bolsa llena de cuchillos y se dirigía a los maniquíes para tratar de dar directo en el blanco. Era buena, muy buena, en realidad. Tal vez en la arena íbamos a ser equipo, y en todo caso, si no éramos aliados, la dejaría vivir un tiempo.

Vi como la chica del 12 practicaba nudos y como encender fogatas, y también me fijé en como el chico de su mismo distrito camuflajeaba su brazo con objetos del bosque, quedé impresionado, pero volví a prestar atención en mi lucha con Marvel, para que nadie notase mi asombro.

Al día siguiente fue el mismo entrenamiento, pero con cosas diferentes, yo practiqué la pelea cuerpo a cuerpo, de nuevo con Marvel.

Vi como Clove practicaba escalando y como la chica del 12 y su acompañante subían una red. Dejé de prestarle atención a Marvel y miré detalladamente como el chico del 12 caía de la red y se estampaba contra el piso. Eso me hizo soltar una fuerte carcajada y los otros profesionales se unieron a mi para fulminarlo con una mirada mortífera.

Katniss se acercó a él y le susurró algo al oído, acto seguido, el del 12 se levantó, tomó la pesa de mayor volumen y la lanzó contra la pared con una fuerza impresionante. En ese momento me sentí tonto y volví a lo que estaba haciendo, ordenándoles a mis otros compañeros que hicieran lo mismo.

Estaba seguro de dos cosas: odiaba a los del 12 por alguna razón que desconocía y también quería ser yo quien los matase en la arena.

Continué entrenando al día siguiente, ese ere el penúltimo día de entrenamiento, pero para mi era el último, ya que al otro día iban a ser las entrevistas, e íbamos a desperdiciar nuestro tiempo preparándonos para impresionar al público del Capitolio. Este día practiqué cosas simples como nudos, plantas y fogatas, y también me preparé para mi sesión con los vigilantes, tenía que impresionarlos.