¿Quien es más culpable entre los dos?
-Marinette... Por favor, Marinette... -repetía el rubio una y otra vez a los ojos apagados de la chica.
Su transformación había concluido, y aquella chica ya no era más Marinette.
Lady Confidence se nos hace presente... Y con ella, la posible derrota de nuestros héroes.
- ¡Marinette! ¡Vamos, Marinette! Volvió a gritar el chico. Cuando la chica al fin reaccionó, observó como se veía. Pero mas aún, profundizó en como se sentía.
Llena de rencor y odio... Nada más en su cabeza. Aquel sentimiento de culpa ya no la atormentaba más.... Ya no le afectaba nada.
- Traeme su Miraculous... O mejor aún: Traemelo a él. - le ordenó una voz en su cabeza.
La peliazul le hizo caso... Después de todo, él le había dado lo que había anhelado durante todos estos 6 meses.
Dejar de sentirse culpable.
- Creo que es tú último día, Gatito- dijo, para luego darle un golpe lo bastante fuerte para aturdirlo.
Sintió como caía... Y pronto su cabeza chocó fuertemente contra el suelo mientras sus párpados se cerraban lentamente...
Esto no era nada bueno.
- Hey, Tikki - llamó la chica a su kwami. Pero no con las voz dulce con la que solía llamar a aquella pequeña criatura que le daba la oportunidad de ser Ladybug. No, esta era una voz ronca y áspera... No era la voz de Marinette, era la voz de alguien a quien no le importa en lo más mínimo lo que le pasa a las personas de su alrededor.
No es Marinette.
No es Ladybug.
Es Lady Confidence.
La carmesí se acercó lenta y temblorosamente, y luego levantó la cabeza levemente para escuchar lo que la peliazul iba a decir, rogando que la chica no dijera la palabra tan concurrida para la transformación a Ladybug.
- Transformáme - y el mundo a Tikki se le vino completamente abajo.
No debía desobedecer... No está en la naturaleza de los kwamis....
Pero a veces hay que romper con las tradiciones...
- He dicho ¡Transformáme! - gritó furiosa Lady Confidence, al ve que la kwami no se fusionaba con su joya.
La kwami observaba a Lady Confidence. Le desafiaba a los ojos... Y aunque por dentro estaba temblando de miedo, las ganas de hacer lo correcto le sobrepasaban.
- ¡Escucha rata inservible! ¡tu viniste a mi para obedecerme!... Ahora, ¡Transformame! - gritó con furia la peliazul.
La kwami mantuvo una mirada serena que comenzaba a molestar a Lady Confidence.
- Yo vine aquí para ser la acompañante y guía de una joven de mirada alegre y sonrisa hermosa. De una chica que no le importa poner a los demás antes que a si misma. Pero mas importanate, vine aquí para hacer de Marinette mi amiga... y ayudarla a cumplir con su destino. Tu no eres aquella chica a la cual fuí enviada, entonces... ¿Por qué habría de obedecerte?-
- ¿Vas a hacer esto por la malas, verdad? - dijo la peliazul, arqueando una ceja. Entonces levantó ambas manos y atrapó fuertemente a Tikki entre sus dedos.
- ¡Sueltame, Sueltame! - comenzó a gritar esta.
- Marinette... - se escuchó la voz de Sabine desde abajo - ¿Esta bien?
En seguida la peliazul tapó con un dedo la boca de Tikki para evitar que está hablará..
- ¡Si mamá... Excelente. Me siento mucho mejor! - gritó la chica.
- Excelente... ¿Quieren que les lleve algo de comer? -
Lady Confidence rodó los ojos... ¿Acaso aquella mujer a la que Marinette llamaba "madre" no pensaba más que en comida?
- No mamá, estamos bien. - gritó cortante, esperando que la mujer no volviera a decir más nada.
Y así fué, la mujer se alejó, algo asustada por el tono utilizado por su hija.
- Bien, Tikki... - dijo la peliazul a la kwami que aún sujetaba entre sus manos - ya que no quieres transformarme, te quedarás aquí - dijo, para luego enseñarle los aretes en si oreja. En un acto rápido, la chica se quitó los aretes, provocando así que Tikki desapareciera.
- Ahora... Tu vendrás conmigo - dijo, levantando a Chat, para luego dirigirse al balcón y salir. Ya sabía a dónde debía ir... Ahora, solo debía actuar.
Seguramente Gabriel Agreste estaría orgulloso de su progreso.
ESTÁS LEYENDO
Yo Confío En Tí [MLB Fanfic] //TERMINADO//
FanfictionEn algunas ocasiones, algunos actos pueden parecer confusos. A veces, simplemente, no entiendes porque las personas que amas actuan de maneras que no logras comprender, dañándote profundamente. En esos casos, solo falta una cosa. Simple palabra Sim...