Dark Necessities |Joshler|

I

El aire estaba lleno de carga negativa, como si los protones y neutrones estuvieran en seco. Apagados.

Un círculo de chicos y a un lado de mi, un chico con una camiseta de algodón y una chaqueta de cuero junto a un pantalón de mezclilla color oscuro. Era clara la degradación de su vestimenta, principalmente por los cortes en las rodillas. Era atractivo, sí, pero finalmente era uno más del grupo.

Una vela encendida era lo único que llamaba la atención en espera a que llegue el propósito de la reunida.

"Somos un grupo más de adolescentes andantes en busca de una solución de nuestros problemas".

Escuché decir eso de una chica del otro lado, no tenía idea ni de qué trataba la dichosa reunida. Pero lo que en realidad me preocupaba era el tipo de lugar en el que estábamos; un tipo de moho verde mantenía en pie las orillas de los rincones de las paredes, se notaba la falta de mantenimiento de ese lugar.

Para mí no tenía sentido, fui invitado por Matt Hoffman. No es mi amigo pero lo considero mi pase para aprobar las materias del bachillerato. Conveniencia. Había citado al grupo a las 9 p.m y ya había demorado casi una hora. Hasta donde yo sé, Matt dirige el grupo. Lo busqué por todos lados, me resultaba fácil reconocerlo en cualquier lugar.

Pasaron 30 minutos, el chico que estaba a un lado de mi pretendía iniciar una conversación conmigo, más no tenía ganas de hacerlo.

-¿Vienes por acá muy seguido?- dijo el chico mirándome de arriba a abajo.
-No.-dije cortante. Dirigiendo la mirada hacia la vela del centro.

Al fondo del pasillo por donde accedí noté la presencia de Matt, venía hacia nuestro círculo con una caja que simulaba un juego de mesa, me daba curiosidad el objetivo de la reunida.

-Finalmente  has venido, Hoffman.-gritó un chico que estaba a unos metros de mí.
-Disculpen, ésta jodida caja no se dejaba ver.-dijo Matt agitando la caja con ligereza.
-¿Podemos comenzar?-dije con una sonrisa sarcástica de felicidad, cortante para la ocasión.
-Si me haces el honor.-dijo el ojiverde señalándome para iniciar el juego. Estaba sorprendido, no sabía lo que contenía la caja, "Por qué tienes qué abrir la boca cuando no debes, Josh". Me dije a mi mismo.
Tomé la caja rectangular y la abrí, era un tablero lleno de letras, números y otras palabras. En una esquina había un SI y en la otra un NO.

-Matt, yo no pretendo jugar a esto, creo que he venido sólo a perder mi tiempo.-dijo un chico rechinando de miedo.
-No seas nena, quédate, verás que ésto se pondrá bueno.-dijo Matt con seguridad.
-¿Y qué se supone que hago con esto?-realmente sabía lo que era, sólo me hacía el ingenuo.
-Esto es entre todos, cada uno de ustedes pondrá su mano alrededor del triángulo. Josh, tu iniciarás el juego.-dijo Matt, comprometiéndome.

El grupo era de diez personas, así que a vista de que nadie ponía sus manos tomé la iniciativa. Después, me tocaba formular una pregunta para iniciar. Tenía muchas cosas en mi mente.

-¿Estamos haciendo algo mal?-dije mirando al tablero, no pude haber preguntado cosa más estúpida.
El triángulo se movió hacia la esquina marcada con NO. Desde ese momento mi piel se erizó. ¿Por qué Matt querría hacer éstas juntas tan estúpidas?

Los demás preguntaron cosas personales, unos se lo tomaban muy en serio, otros a broma, me preocupaba.

-¿Será que mi hermana es lesbiana?-dijo el chico con los ojos cerrados, simulando seriedad. Riendo debajo de sus palabras.

-Me largo de aquí.-dije tomando mi chaqueta y saliendo por el pasillo.
Sentí algo que me presionaba a estar ahí.

-¿A dónde vas, Dun?- dijo Matt interrumpiendo la pregunta de una chica.
-Me largo, no entiendo siquiera por qué vine.-dije, regresando algunos pasos hacia el ojiverde.
-De éste juego no sales, Joshua.
-Pues ya lo hice.-dije regresando a la puerta principal.
-El diablo está involucrado en esto, ¿acaso no pensaste en eso?
-¿Como mierda querías que lo pensara si nunca me dijiste de qué trataba todo esto? Idiota.-dije haciendo una 'L' con mi mano derecha.
-Pero...
-Nada, es una estupidez.-dije interrumpiendo a Matt.
-Ya entraste en éste juego, ahora ya no sales.-dijo abriendo los ojos como platos.
-¿A qué te refieres con eso?-dije dudoso.
-Me refiero a que aún así de que te vayas de éste lugar, ya entraste en el juego, entraste al grupo, ya no puedes salir.
-Me vale una mierda, me largo.

Salí y golpeé la puerta con fuerza por mi ira. Mi casa quedaba lejos de ahí, así que decidí pagar un taxi e irme. Mi padre estaba en una reunión. Eran las 11 de la noche pero sus juntas demoraban un poco.

Llegué a casa y tomé el juego de llaves que adornaba un recuerdo del viaje a Alemania. Tomé la llave del picaporte y abrí la puerta de un azote. Todo parecía normal, corrí a mi habitación y dejé caer mi cartera sobre mi cama.
Papá normalmente me deja algo de cenar antes de retirarse a sus reuniones. Calenté el pedazo de pizza en el microondas y lo puse sobre un plato.

Me dirigí a la sala de estar y encendí la televisión.

Comencé a quedarme dormido en el sofá y decidí retirarme a mi habitación, lavé mis dientes y mi cara, miré mi cabello rojo un poco despeinado, pero no importaba, iba a amanecer peor a la mañana siguiente.

Estoy tratando de corregir y mejorar la historia, lo haré poco a poco por mis tiempos. I really miss this place.