II

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Semanas después

El día estaba nublado, amaneció con un poco de frío.

Me desperté y quedé mirando el techo varios minutos, levanté de un salto y me metí a la ducha. El calor del baño y el frío de mi habitación por las mañanas hacían que sea un poco perezoso para hacer las cosas. Me cambié en minutos y bajé las escaleras directo a la cocina.

-Buenos días, papá.- dije desganado.
-Buen día, hijo. El desayuno está en la mesa, come.- dijo apurado por la hora.
-Gracias, no tenías que hacerlo.- dije en tono sarcástico.
-Si no lo hago yo, no lo haces tú. Nos vemos.-dijo dando zancadas hacía la puerta para salir.

Terminé diez minutos después, un récord. Salí de casa y caminé lento hacia la universidad. Realmente no tenía ganas de asistir, los últimos días son aburridos y sólo son exámenes, pero tengo que cumplir.

Al llegar sentí el ambiente bajo presión. Muchos se lo tomaban a pecho al nivel de ser histéricos, otros no.

La mañana anterior llamé a Matt para que me llevara las notas de Álgebra, el chico accedió y lo vería a las 8:30 en la entrada principal. Esperé 10 minutos y me extrañó que no sea puntual, siempre lo era. Así que decidí ir a mi casillero por la libreta de apuntes en general.

Eché un vistazo al horario de exámenes.
9:00 a.m: Ciencias Experimentales

Caminé hacía el aula y, como lo tenía pensado, fui el primero en llegar. El móvil no dejaba de vibrar, Allison estaba desesperada y no quería hablar con ella.

El profesor llegó exactamente a las 9:00 a.m y comenzó a entregar los exámenes.
-Suerte, joven Dun, espero no verlo por aquí después del semestre.- dijo amenazante pero con una sonrisa.
-No prometo nada.- arrebaté el examen.
Contesté lo que pude, olvidé tomar nota en casi todo el semestre y leí sólo un par de páginas del texto, no me preocupaba Ciencias.

Levanté la mano para indicar que ya había terminado la prueba, el profesor sólo me miró mientras revisaba si mis datos estaban correctos.
-Bien, espere a que los demás terminen.
-¿Puedo ir al baño? No me siento bien.- dije haciendo una mueca falsa de dolor.
-Salga.

Salí por el pasillo en busca de Matt en su grupo correspondiente. Miré por la pequeña ventana de la puerta y sólo había un chico en examen. Entré silenciosamente.

-Disculpe, ¿Matt se presentó hoy?
-¿Hoffman? Oh, me temo que no, hijo. Espero que todo vaya bien con ese chico.-dijo desganado.
-¿Por qué lo dice?
-Es raro que falte a clase, y mucho más raro que falte en un examen final.- dijo guardando el examen del chico que faltaba.
-Bien, muchas gracias.- dije al mismo tiempo que salía.
-Cualquier cosa que sepas de Matt me avisas. Al igual que a ti, me preocupa.- dijo muy serio.
-Claro, hasta luego.- no me importaba lo que le pase, sólo que Álgebra es un problema más.

Regresé al aula de Ciencias y aún estaban presentando todos.

-¿Podrá llevar éstos legajos al aula 52?-dijo el profesor interrumpiendo mis pensamientos.
-Sí.-dije tomando los legajos y saliendo inmediatamente.

Llegué rápido al aula y dejé caer los legajos en una esquina. Salí tranquilamente y una chica me detuvo.

-Joshua, ¿cierto?- dijo una chica saliendo del corredor oeste, era muy pequeña y se notaban sus ojeras a más no poder.
-Sí, soy yo, ¿quién eres?
-Me llamo Helen, ¿me recuerdas?- en la vida había conocido a alguien llamada así.
-No.
-Fuiste a la reunión de Matt.
-Sí, pero no recuerdo a nadie ni nada de esa noche.
-Bueno, no sé si te enteraste ya pero Matt murió.- dijo abrazando un libro que traía desde un principio.
La noticia me cayó de sorpresa, sentí una presión en mi pecho enorme.

¿Ahora quién me ayudará a aprobar las materias? Una parte de mi mente no lo creía.

-No es verdad.- dije tratando de no impresionarme.
-Lo es, nadie lo esperaba. Era un chico lleno de vida.- qué buen chiste, pensé.
-Claro, tendré que ir a su casa por lo menos a dar el pésame a sus padres.
-Sí. Suerte.- dijo secándose una lágrima con el pulgar y alejándose a la vez.

Regresé al aula y me senté en la banca. Faltaban pocos a que acabaran.

-Josh, ¿estás bien?- dijo un chico, realmente no sabía su nombre.
-Sí, ¿por qué?
-Estás más pálido de lo normal.- ni siquiera me di cuenta.
-No he comido, quizá sea por eso.- mentí.
-Eso espero, hasta luego.- el tipo era gentil.

Salí del aula y me dirigí a la salida, me empezaba a doler la cabeza y comenzaba a sudar frío. Decidí irme a casa.

Dark Necessities |Joshler|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora