Capítulo 3

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Salimos fuera y allí en el pasadizo había un chico fuerte, alto, ojos miel igual que su cabello, vestía un polo de color negro y unos tejanos

-¡Bea, ya te dije el otro día que vendría Nico!- dijo un chico, muy enfadado- ¿Porque vas así vestida? Pareces...- señalando a Bea con despreció.
Bea movió los ojos y la cabeza hacía mi.
¡Ah! Halo yo llamar, mi nombre Mike.- dijo señalando con su dedo su cara y miles más de gestos ridículos
Intercambio- dijo desesperada y entró a la habitación.
Hola, me llamo Margo- dije con aire desenfadado, intentando ocultar mi nerviosismo
Hola, me llamo Mike y soy el hermano de Bea, me sabe mal el espectáculo que hemos montado...
Mike, no le aburras más pobrecita- dijo una chica con el pelo corto color miel con mechas de color rosa tenía los ojos de color azul cielo, vestía con tejanos de color negro rasguñados por las rodillas, dejando ver su piel morena y una camiseta corta de un grupo de heavy metal.
Vamos, Margo- dijo casi chillando, desde la otra punta de el pasadizo de cristal- Es verdad, tú nunca me has visto así, pues .... yo soy así, supongo que nuestro estilo es similar, ¡ Venga!- dijo girando los ojos en modo desesperación , mientras corría riéndose.
Empezamos a correr por pasillos de cristal con hermosas obras de arte. Al final llegamos a una sala pequeña dónde había un sofá y un ascensor, entramos en el y empezó a descender, pasamos por diferentes salas hasta llegar a un invernadero lleno de flores y árboles gigantes, allí esperaban los mismos señores que me habían recogido en el aeropuerto, pero el señor llevaba un esmoquin de color negro y la señora se veía que mucho más joven y llevaba un vestido de color negro con una americana de color blanco, supongo que eran sus padres, pero junto a ellos un chico de unos 17 años que era... ¿¡¿¡el hijo de el secretario que tiene mi madre?!?! No podía ser, cuando acabó de descender el ascensor, vino a saludarnos la mujer.
-Hola Mari- dijo con desdén Mike. Quién es le pregunte a Bea susurrando, se ve que era la secretaria de su padre.
-Hola, Margo, ya te han dado tu habitación- me pregunto el hombre que estaba sentado en un gran sillón de piel. Cuando iba a contestar Bea contestó por mi.
- No padre, lo siento padre, ahora le daremos la habitación padre, ¿me puedo retirar padre?- dijo con un tono sin expresividad.
Si, puedes retirarte. Bea, cámbiate los pantalones que parece que no tengamos dinero-
Gracias padre, lo siento padre- dijo Mike y Bea a la vez pero por diferentes razones cada uno
Nico a que esperas, ve con ellos- contestó el hombre
Si señor- contestó el niñato, o sea Nico.

Foto: Invernadero.

Alemania, una historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora