Capítulo 11

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-Mintió- le volví a decir
-Ya lo has dicho-
-Y lo sabes. Devuélveme la pulsera- le dije mientras señalaba un trozo de hilo de cuero con una pequeña caracola de mar.
-Era un regalo- lo dijo mientras miraba la pulsera como si estuviera en su mundo.
-Te di mi amor y lo rompiste, así que no quiero que rompas una cosa que me costó- le contesté enfadada por todo lo que me había echo.
-Uno más- subió las escaleras corriendo, pensaba que se iba, pero volvió con unas tijeras, entonces corto la pulsera-Si la vida te da limones haz limonada. Así que hazte rompa de tu tamaño, no como la que llevabas hoy- me tiró la pulsera.

Espere y lloré, lloré de verdad me tiré en la cama estuve así un rato y me cansé, subí las escaleras.
-Salida- le dije a Bea mientras lloraba, señaló el gran ventanal.
Abrí las cortinas y bajé las escaleras y me encontré en medio de hectáreas y hectáreas de campo lleno de fresca hierba, en ese momento hice todo lo que quise, chillé, corrí, daba patadas al aire... de todo, mientras pensaba en todo, como me arruino la vida, como todo el mundo me odió por su culpa,por qué ella tiene que venir a mi vida, después solo hice la cosa más satisfactoria de la vida... me saqué los leggings y empecé a hacer la croqueta por todo el campo, sentía como se me enredaba el pelo, como astillas se ponían dentro de mi piel, como plantas me picaban por todo el cuerpo y hacían una reacción alérgica en mi piel, sentía la hierba en mi boca, mi cuerpo mojado por qué habían regado el campo hace poco, después me levante y me fui a dormir, no recuerdo casi nada.

Me desperté con el primer rayo de sol, no que va, tengo insomnio así que a las cinco de la madrugada desperté, me sentía mal, me dolía todo el cuerpo, notaba como tenía el pelo enmarañado por que me fui a dormir sin quitarme los moños, me mire en el espejo, y parecía la hija de un panda borracho y La Niña de la exorcista, tenía toda la cara llena de restos de maquillaje y marcas de haber llorado por la noche, decidí ducharme.

Allí dentro en el lavabo de abajo, olía a humedad y había goteras por todos lados, daba un poco de asco, la verdad, me desnudé y tomé la ducha más rápida de mi vida, por qué soy muy paradójica y pienso que en algún momento me harán una foto, salí de la ducha sin toallas y me vestí con el mismo pijama, entre en la habitación y miré el móvil que estaba en medio del escritorio lo abrí rápidamente y mire los chats por miedo a haber dicho alguna estupidez.

Me tranquilizo un montón y mire la ropa que tenía, empecé a buscar ropa que ponerme, miré combinaciones de pinterest y todas me sentaban fatal, no quería dar pena y por amor propio no quería ir con ropa horrible, sangre me corría por las venas empecé a dar patadas a la maleta tenía rabia, no tenía nada, lo tenía todo y todo era nada, subí las escaleras.

A mi izquierda Bea dormía plácidamente en su cama rosa.

-Bea, no tengo ropa que ponerme- le susurré.
-Por fin, por qué tienes ropa horrorosa- me dijo mientras me miraba con sus ojos chillones.
-Camaleón- le dije y baje las escaleras a vestirme con cualquier cosa.

-Camaleón- le dije y baje las escaleras a vestirme con cualquier cosa

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Por fin subo capítulo hace tiempo que estaba escrito pero me hacía palo subirlo 😂 no es muy largo pero en el siguiente capítulo vuelve el salseo

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Por fin subo capítulo hace tiempo que estaba escrito pero me hacía palo subirlo 😂 no es muy largo pero en el siguiente capítulo vuelve el salseo. Bueno pues adiós

Fotos: 1a Margo corriendo. 2a y 3a en El Centro comercial (Snapchat)

Alemania, una historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora