Víctor se movía de un lado a otro. No podía dejar de tratar de ingeniar una manera para escapar de aquél lugar. Tenía días así, incluso semanas si es que se descuidaban. Emily, por su parte, se postraba en un asiento, sólo observando cómo se movía el joven Van Dort en círculos, sin prestarle atención a la presencia de la joven mujer, pese a que ésta trataba de llamar su atención de cualquier forma.
-¿Víctor? ¿Estás bien?.- Le decía la mujer con la voz algo quebrada, siendo ignorada de nuevo por el hombre una y otra vez.
A Emily sólo le restaba callar. No podía replicar más sus palabras, ya que estaba cansada de hacerlo. Como siempre, cuando ella por fin lograba sentirse importante al lado de Víctor, él volvía a reducir el valor de Emily a cero. Cada cuando volvían a lo mismo, Victoria siempre estaba por encima de la mujer muerta, y bueno, tenía sus razones. Victoria era más bonita, más inteligente, refinada, educada, amable y por sobre todo, aún estaba viva. O eso es lo que Emily pensaba cada vez que Víctor se comportaba así.
- No, no, no.- Repetía Víctor.- ¡No tengo ninguna idea!.- exclamó, en un grito que más parecía que sólo hablaba fuerte. Víctor no era de aquellos que gritaran realmente.
-Víctor...- Murmuró Emily, estirando su mano tratando de tocar a Víctor para tranquilizarlo, quizá darle un abrazo para que éste mismo y así tranquilizarlo. Pero Víctor, al sentir el tacto de Emily se precipitó y dio un salto, sorprendido de que Emily estuviese ahí, aún cuando ella estuvo sentada frente a él todo el tiempo.
-Emily, yo...- Murmuró Víctor.
-¿En qué has pensado, Víctor?.- Preguntó Emily, con una mirada un poco triste.
-¡Tengo que volver! ¡No puedo seguir ni un momento aquí!.- Volvió a exclamar de forma ahogada, sin poder dar un buen grito de desahogo.
Emily puso una expresión de extrema tristeza.
-¿Tú enserio quieres estar con ella, cierto? ¿La amas mucho?.- Preguntó con la voz encajada en su garganta, sin poder pronunciar aquellas palabras de manera correcta.
Víctor, sin prestar atención a la cara de Emily, más inmerso en sus pensamientos e ideas para volver a su hogar pronunció un rotundo "Sí" que llenó la cabeza de Emily y resonó en esta misma. Otra vez, se formaba un hueco en su muerto corazón, aunque era algo que ella ya sabía le dolía cuando Víctor lo mencionaba de nuevo.
-Y-yo te ayudaré a volver.- Pronunció Emily casi sin aliento.
Víctor dió un salto al escuchar eso de Emily. Con una sonrisa se acercó a ella y se acomodó el cabello.
-¿De verdad? ¡Muchas gracias! ¡Me estarías haciendo un gran favor!.- Exclamó Víctor a la par que caminaba a mirar a la ventana con una mirada llena de esperanza.
Emily esbozó esa sonrisa tan cálida y tierna que la caracterizaba. Sin embargo, aunque su sonrisa parecía ser la de otras ocasiones, ocultaba un gran hueco en su corazón que le hacía doler el pecho, cosa inexplicable ya que bueno, ella estaba muerta.
De repente, Víctor salió de la casa. Emily no se había ni inmutado que el había caminado a la puerta. La muchacha caminó al espejo y se acomodó un poco su descontrolado cabello quebradizo color ceniza. se quitó la coronilla de novia que siempre usaba y la puso en la mesa, para así encaminarse a tocar el piano un rato, quizá cantar una canción, todo en forma de desahogo.
Y así los días continuaron pasando. Emily ocultaba el dolor que le causaba escuchar a Víctor hablar de lo grandiosa que sería su vida cuando volviera con Victoria. Parecía que él había olvidado completamente que alguna vez Emily le habló de sus sentimientos. Pero ella tenía que respetar el amor que existía entre Víctor y Victoria, ella jamás haría algo para acabar con eso. Además, ahora había un obstáculo más grande; Victoria estaba embarazada.
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Mas allá de la muerte.
FanfictionAllá dónde acaba la vida, y donde empieza la nueva alegría, se encuentra ese otro mundo debajo de nuestros pies. Emily lleva apenas un año desde que abandonó ese lugar, ahora su cuerpo y su alma están en donde es verdaderamente el cielo. Víctor, po...