Capítulo 7 - Jesús María y José

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Estaba a nada de decirle que no iba a la universidad, que en realidad estaba en mi penúltimo año de preparatoria, pero después lo pensé. Lo conocí en un club, era obvio que pensara que yo tenía 21 o más. James tenía 21 y yo 17. Es ilegal el simple hecho de que estemos en una cita. Empecé a sudar frío. Si le decía la verdad, se iría corriendo ahora mismo.

-Ah... Este, si, yo... Yo no voy a la universidad. - James me observó, esperando a lo que tenia que decir. Se me hizo un nudo en la garganta, porque pude notar que su expresión cambiaba un poco - ¡Voy a una súper universidad! - exclamé falsamente con una sonrisa en el rostro y con el puño en el aire.

Maldita sea. Soy una idiota. Dios, sólo mátame.

James me observó por algunos segundos, algo así como no sabiendo qué hacer o qué decir (viéndome como si fuera un caso especial o un espécimen raro... Aunque lo niegue), pero al final una pequeña sonrisa se le terminó escapando de los labios.

-Tú sí que tienes espíritu escolar ¿no? - rió un poco, yo asentí algo avergonzada - Entonces, ¿a qué universidad vas? -

Y ahí pensé de nuevo en decirle la verdad, que en realidad iba a la preparatoria North Valley, que en realidad sólo tenía 17 años y que pasaba mi tiempo libre viendo Netflix.

Pero como se han dado cuenta, soy excelente al tomar malas decisiones.

-¿A qué universidad voy? - pregunté junto con algo de nerviosismo en la voz. ¿Por qué repito todo lo que pregunta? Enserio me temo de que piense que tengo problemas en la cabeza.

Si Kara estuviera aquí, me hubiera dicho algo como: por favor, mátate.

Tomé un sorbo de mi refresco mientras abría grande los ojos, tratando de recordar nombres de universidades en Sacramento, pero ninguna se me venía a la mente. Mierda.

-Pensé ya habértelo mencionado... - James me miraba atentamente, esperando una respuesta.Oh Dios, espero que no piense que tengo déficit de atencion. -Voy a la universidad de Sacramento. - mentí. Me rasqué la cabeza mientras dejaba mi refresco en la mesa.

-¿Enserio? Yo trabajo a un par de cuadras de ahí. Podrías pasar a verme algún día... Si quieres. - una media sonrisa se asomó de sus labios mientras buscaba mis ojos. Al hacer contacto visual con él, una escalofrío me recorrió el cuerpo entero.

-Me encantaría. - acepté, mientras le sonreía de vuelta. Su sonrisa se agrandó y bajó la mirada.

Y ahí estaba de nuevo. Esa sonrisa. Esos ojos. Esas frases. Todo lo que hacia me parecía perfecto, haciendo que me sienta la peor persona en el mundo por mentirle.

Cabe mencionar que volví a pensar en decirle la verdad por milésima vez. Si seguía con mi mentira, ya no habría vuelta atrás. Bueno, tal vez no. Ya era tarde. Ya le había dado una mentira exacta y no podía salir con algo como "era broma, voy en preparatoria".

-Entonces, ¿qué estudias? -

Me cago en la leche.

Siempre he querido usar esa expresión.

No estaba preparada para aquella pregunta. Sé que debía haberlo estado y hasta tendría que tener mi horario de la universidad planeado por si acaso. Si vas a mentir, miente bien y no dejes que te atrapen. Esa parece ser la regla que todas las mujeres saben desde que estan en la panza de sus madres. Chicas, lo siento, eh... A mí no me llegó aquel mail.

Finjí que estaba distraída viendo hacia otra parte mientras pensaba en qué decir, y James esperaba a que le contestara.

-¿Ali? - "reaccioné" y lo volteé a ver. Le sonreí,

Y todo por una toalla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora