Estaba a medio camino de abrir la puerta, pero algo me detuvo de salir.
Entrecerré la puerta de nuevo. Ese rostro...
No puede ser.
Mi corazón se detuvo por un mili segundo mientras la escena se repitió de nuevo en mi cabeza.
No, no.
¿Qué hacia ella aquí?
Era Anna. O al menos, se parecía a Anna.
¿Es nueva? ¿Desde cuando está ella aquí?
En ese instante, entró... ¿Marga? ¿Margarita?... ¡Margot!
-Ey Anna - la saludó.
-Hola, Margot - le sonrió Anna.
-¿Puedes apurarte? No quiero perderme mucho de la clase de Inglés. - le apuró.
Bueno, para que sepan Margot es una chica de mi año y bueno... Dígamos que nadie la conoce, nadie sabe quién es. Lo peor del caso: está en esta generación desde kinder.
Ahora todo tiene sentido. Si es amiga de Margot, entonces, sin ganas de ofender, nadie sabía de la remota existencia de Anna.
¿No sabía que Anna está en mí año? ¿Desde cuándo se supone que va en nuestro año?
Dios mío.
Anna le hizo caso a Margot y no tardaron mucho en irse del baño.
Cuando se fueron, corrí (o bueno, algo así ya que ya saben, las muletas...) por los pasillos para buscar a Kara y contarle lo que acababa de ocurrir. Mi corazón latía a mil por hora. Si Anna sabía que era de preparatoria y le contaba algo a James... Todo iba a valer MIERDA.
Fui al salón dónde Kara tiene... Inglés. Maldita sea.
Me asomé por el pequeño cristal de la puerta y traté de que me viera. Anna también estaba en ese salón. Mierda, mierda.
Tendré que esperarme a que toque la campana para poder decirle, así que fui lo más rápido con mis muletas de vuelta a clase de historia esperando a que la mounstrosidad que tengo por maestra no me dijera nada.
Cuando entré al salón de clases, la maestra estaba explicando algo sobre hacer una típica línea del tiempo en parejas. Cuando me vio entrar, sonrió. Sonrió con esa sonrisa típica de perra.
-Ali... Pero que oportuna. Justo le estaba comentando a tu compañero Joe que ustedes dos serían pareja para este proyecto ¿está bien? - ¿¡QUÉ!?
Está bien, definitivamente no es mí día.
-Eh, maestra -- comencé a decirle qUE NO, NO ESTABA BIEN.
-Bueno, sí, siéntate Alison. Cómo les decía, clase, es que... - y prosiguió con la maldita y estúpida clase. Joe me veía como si se hubiera ganado un millón de dólares.
Yo le había gustado a Joe desde que ibamos en octavo grado. No es feo, pero tampoco es un dios del sexo como hmmm... James.
El chiste es que nunca me ha gustado porque:
1.- Es un pervertido sexual.
2.- Ha tenido el número igual de novias que cambios de calzones. Osea, muchas. ¿Qué le ven al tipo ese?
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Y todo por una toalla.
HumorMi historia empezó gracias a mi amiga y a su urgencia de comprar toallas femeninas. Ahí lo conocí a él. Qué gran historia de amor.