- ¿Quien te enseñó a andar en patineta?- Preguntó después de tomar de su bebida.
- ¿Por que supones que alguien me enseñó?- Pregunté de vuelta. El quedó algo confundido pero no hizo ningún gesto que lo demostrara.
- Bueno...- Empezó a decir pero se detuvo. Supe que no sabía que decir.
- Estaba enfadada. Dizzy había ganado un concurso de literatura en la escuela. Missy tuvo la oportunidad de diseñar un vestido para una modelo famosa. Y yo... simplemente nada.- Se quedó mirándome.- Bajé al sótano de mi casa buscando algo que me gustara hacer. Una pelota. Pintura. Algo. Y encontré una patineta. La tomé y esa tarde practique en la acera de mi casa. Creo que me caí más veces ese día que en toda mi vida.- Me reí un poco y el sonrió.- Pero estaba feliz de haber podido lograr algo.
No había notado en que momento de mi historia ya no teníamos los platos, las copas y la botella vacia frente a nosotros, sino en la canasta.
- ¿Y como comenzaste a tocar la guitarra?- Sonreí.
- Mi padre me enseñó y mi madre me enseñó a cantar. De pequeña me metieron en un coro pero cuando tuve la oportunidad me fui.
- Entones cantas también.- Sonrió.
- Así es. Pero no pudiste oirme esa vez, estaba muy enferma.- Me reí un poco aunque recuerdo lo doloroso que fue ese día.
- Lo recuerdo.- Asintió.- Pero...- Estiró su brazo y tomó la guitarra que estaba a un costado.- ... puedo oirte ahora.- Dijo con una sonrisa entregandome el instrumento.
Miré la de madera en su mano y luego sus ojos. Sonreí y la tomé.
Comencé a tocar una canción vieja que solía cantar cuando apenas comenzaba. El prestaba atención a cada palabra y nota.
Terminé y aplaudió.
- Eres una caja de sorpresas, Lizzy.- Le entregué la guitarra y la dejó a un costado.
- Bueno, suficiente de mi, ¿no?- Pregunté.
- ¿De que hablas?- Preguntó acostandose en la manta, sabiendo a lo que yo me refería.
- Sabes de lo que hablo.- Me acosté a su lado.- Me refiero a que es tu turno de contarme algo. Algo sobre ti que no sepa.
- Hay muchas cosas que no sabes sobre mi.- Puso sus manos detrás de la cabeza.
- Entonces tienes muchas cosas que contarme.- Me acerqué y apoyé la mejilla en su pecho.- Vamos, lo que quieras. No voy a juzgarte de nada.
Su rostro cambió a uno serio.
- Usualmente estoy tocando la guitarra o con mis amigos. No soy de hacer demasiadas actividades. Ahora mi actividad favorita es estar contigo.- Me miró y sonreí.
Algo se desordeno en mi mente e hizo que mi corazón fuese más rápido.
Algo no estaba bien.
- ¿Pasas algún tiempo con tu familia?- Pregunté ya que sólo conocía a su primo y honestamente, a él no le caía muy bien.
- Mi familia es común y corriente. Peter es mi único primo y como verás, no nos llevamos bien. No hay mucho que contar.- Hizo una mueca.- Me gusta salir con mis amigos, ir a fiestas. Estar con alguna chica. Me divierto con ellos.- Me reí sin gracia.
No esperaba esa respuesta cuando pregunté. Esperaba que me diga algo que le gustara o lo que pensaba sobre algo.
- Recuerdo hace un par de meses jugábamos a ver quién conseguía besar a más chicas. Eramos muy idiotas.- Se rió un poco y me aleje.
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Lizzy, Missy & Dizzy
Teen FictionLizzeth, Missouri y Dizzane Channel son trillizas nacidas en la gran y prestigiosa ciudad de New York. Frente a sus padres, aparentan ser jóvenes de altas calificaciones, buenos modales y una reputación que cuidar. Pero entre ellas, saben que no es...