- Llevarás mi dulce canción, a la cama de tu habitación.- Cantaba mientras merodeaba por el porcelanato blanco, disfrutando de su eventual frescor.- Nos imaginarás en el humo, mi amor, sin perder la dulce noción.- Me faltaba un último vestido color azul para poder terminar de acomodar mi ropa.- Las prendas bailando se van, pues ya es hora de despertar.- Me senté en las sábanas ocre y mi mente, inconscientemente voló a el.- Perdon con mi vida tengo que avanzar, aunque no te vea, yo siempre te voy a amar.- Suspiré.
Cuanto te extraño, maldita sea.
- ¿Lizzy?- Me preguntó mi hermana desde la sala, yo estaba en mi habitación acomodando unas cosas que no estaban en su sitio.
- ¿Que pasa?- Hablé fuerte para que pudiera oírme.
- Tienes que venir ahora.- La escuché muy preocupada, aunque ella era exagerada así que no me di tanta prisa. Me acerqué caminando rápido hacia la escalera y me quedé allí arriba. La vi en los últimos escalones de ella mirando la pantalla de su celular.
- ¿Qué?- Pregunté. Su cara estaba más preocupada de lo que yo imaginaba y ojalá, que estuviese exagerando, sea lo que sea que pasara.
- Tenemos que ir al aeropuerto. Ya.- Habló sería y ahora sí, estaba preocupándome.
- ¿Por que? ¿Que sucede?- Comencé a bajar rápidamente la escalera y casi me tropiezo.
- Vámonos.- Tomó la llave de la casa y salió. Salí detrás de ella antes que cerrara la puerta en mi cara.
- ¿Que pasa?- Volví a preguntar impaciente mientras ella levantaba su mano, parando un taxi que había mágicamente aparecido ahí, entrando en el. Rápidamente entré detrás de ella.
- Al aeropuerto, por favor.- Habló rápido mientras el chofer asentía mirándola con unos ojos obedientes. Quizá se espantó por el tono autoritario, aunque un poco apurado de mi hermana.
- Maldita sea, Missy. ¿Que está pasando?- Me giré a ella en mi asiento esperando que me conteste.
Me tome un momento de apreciarla mirando su celular. Llevaba un short de jean claro azul y una blusa violeta que resaltaba sus iris celestes. Su cabello, un poco despeinado pero que bien le quedaba, llevaba dos pequeñas trenzas en sus costados. Iba a inspeccionar que no llevara puesto ninguno de mis pares de zapatos cuando dejó de mirar el celular para hablar.
- Me mandó un mensaje.- Me puso su teléfono en la cara e intenté leer con el movimiento del auto. Me fue inútil así que tomé su muñeca, adornada con una pulsera de plata, para poder leer.
"Emergencia. No van a creer lo que está pasando😭 Las dos al aeropuerto. Ya."
- ¿Quien es?- Pregunté ya que me había arrebatado del celular de la mano apenas terminé de leer el mensaje.
- Es Dizzy.
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- Oh Dios.- La oí decir mientras caminábamos dentro del aeropuerto luego de haber bajado del taxi. La gente iba y venía con maletas y caretas. Algunas tristes y otras felices. Salvo nosotras, nosotras estábamos aterradas por la intriga.
- No creo que sea nada tan malo.- Intenté calmarnos los nervios pero también estaba algo preocupada.
- ¿Y si encontró a Max con otra chica y quiso volver?- Preguntó alterada. Pensé unos segundos en la posibilidad y la descarté de mi mente cuando encontré algo que contradecía esa teoría.
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Lizzy, Missy & Dizzy
Roman pour AdolescentsLizzeth, Missouri y Dizzane Channel son trillizas nacidas en la gran y prestigiosa ciudad de New York. Frente a sus padres, aparentan ser jóvenes de altas calificaciones, buenos modales y una reputación que cuidar. Pero entre ellas, saben que no es...