Cap.1 "Es un placer conocerla, señorita Channel."

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Salimos con nuestras maletas en la mano. No podía estar más emocionada por este viaje. Mis hermanas y yo lo habíamos planeado durante todo este año. Y ahora que la escuela había acabado, eran vacaciones. Pasaríamos los siguientes tres meses en la mejor cabaña de campo en Tennessee. Si, maldición, al fin un poco de aire. Nosotras vivíamos en New York. No me mal interpreten, esta ciudad es genial. Pero, no cuando vives en una mansión y tus padres quieren que estudies en Harvard. No. Eso no. Mis hermanas y yo necesitabamos un respiro y odiabamos ser dos personas a la vez.

- ¿Estas emocionada, Liz?- Reprimi mis ganas de fulminarla con mi vista.

Va, mi nombre era Lizzeth, pero todos me decían Lizzy. En el colegio, mis amigas, incluso mis hermanas, pero jamas mis padres. Ellos sólo abreviaban Liz. Como a Missy, Miss y a Dizzy, Diz.

- Si, madre. Estoy muy contenta por esta experiencia y muy agradecida a ustedes por pagarnosla.- Ella me estrechó en sus brazos, fundiendonos en una abrazo cálido de esos que ella solía darnos.

- No fue nada, pequeña.- Y no mentía.

Mi padre era abogado. Y mi madre era la mejor en el network marketing. Asique tenían un muy buen sueldo. Es más, creo que el término "muy buen" no llega a lo que ellos ganaban.

Cuando nos separamos, vi como mis hermanas caminaban hacia mi.

Missy tenía un vestido blanco con flores delicadas rosas y zapatos de tacón color negro. Su cabello largo y rubio estaba amarrado en una trenza.

Dizzy tenía una pollera negra lisa y una blusa algo transparente color azul francia. Sus zapatos de tacón negro eran incluso más alto que los de Missy. Su cabello estaba atado en un moño perfectamente arreglado y dos mechones decoraban su rostro.

Miré mis pies y recordé lo que llevaba puesto.

Tenía un vestido negro, un saco al cuerpo color rosa bebé del mismo color que mis zapatos. Mi cabello rubio estaba suelto sobre mi espalda. Pero dos mechones estaban atados detrás de mi cabeza con una liga.

- Bueno, suban al auto princesas. Albert subirá sus maletas.- Mi padre salió de la casa.

Llevaba un traje negro perfectamente planchado y una corbata azul.

Mi madre, tenía una pollera negra ajustada y un saco del mismo color. En su torso, una blusa roja y zapatos color carmesí, al igual que sus labios.

Miré a mis hermanas y les guiñe un ojo.

El viaje hasta Tennesse fue tranquilo. Es más, casi ni habíamos hablado. Mi madre era la única que soltaba cometarios de vez en cuando.

- ¿Quieren que ponga música?- Preguntó papá. Mis hermanas y yo nos miramos, preguntándonos si sería buena idea.

- Claro, padre.- Sonrió Dizzy al lado de la ventana, al ver que nadie respondió.

- Vamos amigo, suelta una cumbia.- Susurró Missy. Dizzy y yo partimos en risas.

- ¿Qué cosa?- Preguntó mi padre divertido, mirándonos por el retrovisor. Bueno, a Missy, que estaba entre mi otra hermana y yo.

- Oh nada, sólo decía que quería que tu stereo llene mis oídos de la música de Ill Divo.- Sonrió ella. Controlandose, porque odiaba esa música pero era la favorita de mi padre.

- Con gusto, Miss.- Dio Play y odié a mi hermana por escuchar esta horrible música por el resto del viaje.

- Llegamos niñas.- Dijo mi padre luego de dos horas. Miré mi reloj. 13:20pm.

Bajamos las maletas y entramos en la cabaña.

- Oh.- Suspiró mi madre. Ella no era muy fan del campo.- Es tan... pintoresco.- Trató de esbozar una sonrisa.

Lizzy, Missy & DizzyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora