*Ray*
El frío me despertó. Me moví en mi cama y giré hacia la ventana. Mis ojos se abrieron por un segundo y se volvieron a cerrar.
En ese momento pude ver el establo en la oscuridad, el viento feroz y la fuerte tormenta que se avecinaba. Entonces, me acordé de ella.
Me senté rápidamente. Me tomó unos dos segundos darme cuenta de en donde estaba. Pegué un salto y salí de la cabaña hacia el establo.
Abrí la puerta y entró un viento que hizo volar unas hojas que estaban sobre la mesa.
La vi acurrucada en una esquina, con el plato de comida vacío y la manta sobre ella. Temblando.
Me acerqué a ella y la tomé en mis brazos.
- Estas congelada.- Paso sus brazos al rededor de mi cuello. Su piel estaba fría como el hielo. No iba a dejar que se congelara aquí. En la cabaña al menos teníamos chimenea.
Caminé y pisé un papel, me detuve a verlo y reconocí desde lejos su letra. Me iba a agachar a tomarlo, pero ella estaba en mis brazos.
"Quizá si te necesito más de lo que pienso." Suspire.
Caminé hasta la cabaña y en silencio, cerré la puerta. Fui hasta la cama de Lizzy para acostarla allí y cuando me incline para soltarla, se aferró a mi cuello.
- No quiero estar sola.- Confesó en la oscuridad.
Ella sabía el poder que tenía en mi, y sabía que yo haría todo lo que ella me pidiera. Pero me dolía no ser correspondido.
- Creo que es mejor que...- Comencé a hablar pero me interrumpió.
- Por favor, Ray.- Me suplico. Y yo no podía con eso.
La afirme a mi y la subí a mi cama. Por los pies, me subí yo y la tape a ella para luego taparme a mi.
Me estaba dando la espalda y yo simplemente estaba mirando hacia arriba.
Aún sentía como temblaba y no me dejaba dormir. Frote mi mano en su brazo un par de veces para darle calor y después de unos segundos dejó de temblar.
Me dispuse a dormir. Pero se me hacía muy difícil ahora mismo. Estaba ya muy despierto para conciliar el sueño. Sin mencionar que oía la respiración de Lizzy al dormir.
Ella estaba al lado mío, pero a la vez estaba tan lejos.
Me fregué los ojos y traté de alejar esos pensamientos de mi cabeza para poder dormir.
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Desperté cuando mis ojos se abrieron por si solos. Suspiré y vi el techo de madera. Miré hacia abajo, y ella estaba abrazada a mi cuerpo.
Sonreí involuntariamente. Acaricié su cabello rubio y admiré sus pestañas en sus ojos cerrados.
Esto era paz.
Giré mi vista y vi a todos durmiendo.
Ojalá pudiese despertar todos los días así.
Pero algo me atormentaba la cabeza...
FLASHBACK
- ¿Se lo dijiste?- Mi mejor amigo me preguntó. Lo miré con la mirada más asesina que mis ojos podían transmitir.
- No.- Dije tenso como una piedra y ojalá mi tono le haya advertido que no quería que vuelva a mencionar ese tema, ya que nadie sabía.
- ¡Y que estas esperando!- Me gritó. Tobby me había dicho ya mil veces que debía contarle la verdad a Lizzy, pero no podía. Iba a perderla. Si es que no la había perdido ya.
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Lizzy, Missy & Dizzy
Novela JuvenilLizzeth, Missouri y Dizzane Channel son trillizas nacidas en la gran y prestigiosa ciudad de New York. Frente a sus padres, aparentan ser jóvenes de altas calificaciones, buenos modales y una reputación que cuidar. Pero entre ellas, saben que no es...