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Alex

Estuve dudando sobre despedirla tan rápido, por eso había dado una oportunidad de seguir, pero fue un error además de darle mucha importancia a ese asunto.

Es apta siguiendo mi ritmo, pero debe priorizar su trabajo ante la vida privada

Tendré que informar a mi secretaria para otra convocatoria de asistentes, no tengo problema con el tiempo, siempre hay personas disponibles.

El sonido de mi celular nunca es agradable, siempre me llaman por problemas, pero al ver el número desconocido, me intriga porque estos problemas pueden ser peores

—¿Señor Alexander Bogther? —avisa una voz femenina al otro lado de la línea. Siento un mal presentimiento ante esa voz.

—Sí. Él habla —respondo esperando caer la bomba

—Llamo del Lurie hospital...

Camill

Después del chequeo, hablar con los policías, revisar correo y apuntar recetas para estas heridas, pensaba irme, pero una de las enfermeras me llamó para visitar a la paciente, quien todos piensan que salve, pero están equivocados.

Al llegar, ella está durmiendo, me explican sobre los sedantes puestos porque estuvo con muchos dolores. Tiene la pierna izquierda enyesada y muchas vendas en los brazos

No sé cuan lastimada está, pero al menos esta viva, aunque eso no expía mi culpa. Está oscuridad en mi corazón no se puede curar haciendo acciones buenas

Salgo de la habitación para al fin ser libre, pero tomo una extraña situación con mi jefe, porque está justo frente mío.

El médico nunca mencionó sobre alucinaciones o algo por el estilo

—¿Quién es usted? —me pregunta el otro sujeto, quien lo acompañaba.

No lo había notado

—Soy... —la mirada de mi jefe es suficiente para ponerme nerviosa

—Buenos días —se presenta la enfermera ante mi llamado de auxilio, al verla hablar con ellos, entonces no es una alucinación— ella es la señorita Camill Juliet, quien salvó a su esposa —así que este sujeto es su esposo, pero ¿por qué el señor Boghter está aquí? —, además pagó todos los gastos del hospital

Era una responsabilidad extra, mi intención era no quería hacerme notar más, pero no funcionó

—Ya veo, fuiste tú —el comentario del adulto mayor pasa desapercibido, ya que me siento intimidada por la mirada de Alex—. Muchas gracias hija —responde con sinceridad el esposo. Parece un señor amable, pero llamarme hija me causa vértigo ¿Es normal eso? —. Te devolveré el dinero

Niego con la mano al escuchar

—Descuide, solo deseaba hacerlo —trato de ser sutil, la verdad deseo irme, esta situación es demasiado confusa e incómoda para mí—. Con su permiso —me despido al fin, pero mi jefe, digo ex jefe, sale al mismo tiempo

—Salgamos

¿Me va a gritar en persona?

Sigo a Boghter por el pasillo, pero está situación es muy extraña. Ahora somos desconocidos, no debería seguirlo como si fuera su empleada

Llegamos a la pequeña cafetería, él toma asiento e imito su acción.

—¿Esto pusiste antes del trabajo? —sus palabras más parecen amonestación— ¿café con o sin leche?

—¿Qué? —desvía tan rápido el tema, lo cual me causa confusión

—Iré a conseguir café, ¿leche o no? —debe ser su manera de "agradecer". Ante mi silencio levanta una ceja para apurar mi comentario

Congeniando con el Diablo. Parte 1 (Completo). Saga "Intensos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora