*Peep Peep Peep Peep*
Fue lo primero que escuchó apenas se levantó, un gesto involuntario (o quizá no tanto) hizo que el ruidoso despertador golpeara contra la pared y se reprodujera en mil pedazos.
Primer día de clases,¿Cómo arrancó? Con un despertador roto.
-¡Fest, Fest! Hija, arriba.-
-No! Mamá por favor.- Dijo Fest en tono suplicante, sin apenas mover los labios.
-Nada de suplicas. No hoy.-
>>No vas a salirte con la tuya<< Estas fueron las únicas palabras que salieron de la mente de Fest. Y tal y como lo pensó, se tiro al piso, se arrodilló y no tuvo mejor idea que rogar en pillama y despeinada para no ir al colegio.
-¿Vas a queres desayunas los waffles que te hice?.-
-¡WAFFLES!- Gritó Fest y bajó las escaleras corriendo. Miró hacia la isla de la cocina y lo único que vió fue a su hermana mayor, Katerine, peleando con Mar, su hermana menor; Y la hermosa Renata llorando a más no poder. Pero nada de Waffles.
Y se oyó una voz a sus espaldas.
-Caiste.- Dijo Sophia, su madre, con una enorme sonrisa malvada, de oreja a oreja, en el rostro.
Okay, Fest cayó una vez más. Su madre sabía exactamente cual era su debilidad.
Tomó un jarro de leche y dio todos los sorbos que pudo, porque ya se le habia hecho tarde.Subió las escaleras rápido para irse a cambiar. Se puso un jean muy ajustado, clarito. Y una remera de Miley Cyrus, con un número 23 muy grande y unas zapatillas blancas con tiras fucsias. La verdad es que a ella no le gustaba Miley, pero siempre quería llevar estampados por etiqueta. Y volvió justo pisando sus huellas con la misma velocidad que antes.
Primer día de clases, y tarde. Odiaba la escuela, pero llegar el primer día tarde iba a ser algo tan humillante que prefirió ni pensarlo.
Agarró su mochila casi vacía y se fue rumbo al infierno de letras y números, tal y como ella la llamaba.Lo bueno es que en el infierno había ciertos ángeles disfrazados, en este caso, el ángel de su infierno era su mejor amiga, Yanina y su amado Ciro. Del cual ya tenía 15 llamadas sin responder, sé exactamente lo que están pensado, sí, Ciro también sabía que Fest era anti-escuela y quisó despertarla, pero no funcionó.
Genial, llovía. Primer día de clases y llovía. Malditos noticieros, reportaron mal el clima, otra vez.Fest tenía que tomar el autobus, una vez más, caminar en medio de la lluvia y que Ciro la vea así, ni hablar. Esta bien que ellos se amaban, pero no se veían casi nunca y que la vea ahora y así, no entraba en sus planes.Ciro iba a la escuela de enfrente, justo donde estaba la parada. Ahí donde acordaron encontrarse la primera vez que se vieron.
-¿EN SERIO? ¡MAMÁ! Mar y Katerine rompieron mi paraguas otra vez.- Exclamó Fest con toda la furia que pudo.
- Ey, hermanita, tranquila. La lluvia no muerde.- Dijo, en tono burlón, Katerine.
Fest gruñó descargando toda su furia, aunque aún le quedaba más.Se puso su campera de abrigo, aunque en realidad no tenía frío, estaban en plena primavera todavía.
-Colegio, allá vamos.- Susurró, con una miraba de cansancio y de <<sin-ganas-de-hacer-nada>> que se notaba en cada parte de su rostro.
Abrió la puerta, y con tan solo poner un pie fuera de la casa, se empapo de arriba a abajo. Lo único que sobrevivió (por suerte) fué su mochila, casi vacía por completo.
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Wonderwall
Teen Fiction¿Quién dijo que personas que clases totalmente distintas no se podrían juntar?¿Quién dijo que dos chicas no podían llegar a una escuela y cambiar todo?¿Quién dijo que uno de los chicos "invisibles" no podía ser un sexy chico malo? Esta es la histori...