COV MERRY
Quisimos salir corriendo, pero no lo ibamos a hacer así no más. Si, todo es mejor a la cuenta de tres. Mientras que Fest y April estaban riendose a silenciosas carcajadas, yo estaba sosteniendo la maldita puerta. Y la perra no paraba de patear a mas no poder desde adentro
Empecé a hacer señas con las manos para obtener su atención. Mi mano formó un tres... Después un dos y por último... -¡UNO!- grité.
Lo que me llevó a soltar la puerta y salir volando a traves de la puerta, con ellas detrás mio. Y la perra que había comenzado a gritar. No se me ocurrió otra cosa que retroceder, esconderme y...
COV APRIL
-¡Merry!¿Qué hiciste?- oh por dios, no habíamos llegado a la puerta del dormitorio que Merry había saltado sobre la chillona, dejándola tumbada, pero consciente en el piso. No se que se me pasó por la cabeza, pero arranqué la sabana de la cama y se la arroje sobre su cuerpo, y Merry, sobre ella, la encerró tal y como bolsa de pala. Nos quedamos las tres mirando la bolsa de perra, nuestra obra de magia. Pero señores, aún no terminó el espectáculo
-¿Por qué no se mueve? ¿La matamos?- No hubo respuesta, sólo un largo silencio.
- No lo sé, allá hay una silla de escritorio.- Nos miramos, todas sabíamos demasiado bien que quería decir con eso. Por cierto, nadie consideró que tener a una persona atada a una silla y semi-desnuda (aunque se vista asi ella) era algo no tan normal y poco legal. Fest no era la única con ideas siniestras...
- Em, lamento mencionarlo, o quizá no tanto, pero no se si ustedes recuerdan la vez que Fest, tu nos contaste, Mecka corto colas de caballo largas y hermosas. No digo que la venganza sea merecedera, nisiquiera buena pero... Allí hay una máquina de afeitar.- Dijo Merry; ¿Quién más podría decir semejante... -Gran idea.- Oh, no Fest. No es una gran idea... supongo.
- Fest, sujeta ese brazo y yo el otro. Merry, Mantén tus puños listos.
- Entendido Jefa April. - Hizo un saludo algo nazi y sonrió sarcasticamente. Merry es toda una loquilla.. y juntas... bueno...
- Todo es mejor a la cuenta de tres.- Dijo Fest, repitiendo las anteriores palabras de Merry.
- Sí... acerca la silla... vamos ... uno... dos... - Levantamos los dos brazos al mismo tiempo mientras Merry le quitaba la sábana por sobre su cabeza. Estaba sentada. Desmayada y sentada.
- Tenemos todo una bestialidad en nuestras manos.- Dijo Merry actuando con el acento de cruela devil.
Enchufe el aparato y lo prendi. Las tres estábamos echandonos miradas de preocupación, bueno, en realidad, eso queríamos fingir. Pero en nuestras miradas se notaba la excitación y desesperación por esa rubia y teñida cabellera.
Seguí elevando el botón hasta el 3. El máximo. Acerque la máquina a su cabeza, y sus finos dientes fueron emparejado y disminuyendo pelito por pelito. Eso daría placer verlo en cámara lenta.
- Toc Toc. - Joder joder joder joder. Íbamos ya por la mitad de la cabellera. Justo ahora la puerta. Joder.
Nos quedamos en silencio.
Nadie. Nada.
- ¿Hay alguien allí dentro?- Otra vez, no se había ido. Era un chico. Un chico contra una máquina de afeitar, tres locas y una mitad rapada.
La manija comenzó a girar. Lo que sucedió a continuación fue una mezcla de cámara lenta hacia cámara super super rápida. El entró. Y estuvo a punto de falfarucear algo cuando no tuve la mejor idea que arrojarle la máquina encendida directo a su espantoso rostro. No le vino mal.
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Wonderwall
Teen Fiction¿Quién dijo que personas que clases totalmente distintas no se podrían juntar?¿Quién dijo que dos chicas no podían llegar a una escuela y cambiar todo?¿Quién dijo que uno de los chicos "invisibles" no podía ser un sexy chico malo? Esta es la histori...