Capitulo 1

469 9 0
                                    


Estaba esperando que mi reloj marcara las cinco y cincuenta de la tarde para poderme irme de aquí, estar todas las tardes sentada en este caluroso salón de clases puede llegar a estresar o asfixiarte. Golpeo mi lápiz con la banca, veo la mirada de mi maestro frustrarse por el sonido, el odia este ruidito que hago cuando me aburro.

-Juliet, is it necessary?

Cuando estoy por responderle, el timbre de la salida suena. Todos nos levantamos de nuestros asientos, somos unos diez en total en el aula. Cojo mi bolso y salgo del salón lo más rápido que pueda sin que nadie viera o sospechara mis intenciones pero, en mi escapada, mi profesor me agarra del hombro. Su nombre es Kevin Mendebil, es unos cuantos años mayor que mí. A la mayoría de nosotros nos sorprende que nos dé clases siendo tan joven, apenas tiene veintiún años.

Debo admitir que tiene su encanto. Su cabello ondulado es de color negro al igual que sus ojos, su tez es blanca y bastante alto, tiene un buen físico sin exagerarlo dando a entender que hace ejercicio de vez en cuando para mantenerse en forma. Pero tiene algo que no me gusta, es demasiado amable sin motivo aparente.

-Juliet... -Dice agitado- Se te quedo tu celular.

-Gracias pero podías devolvérmelo en la siguiente clases. -Le digo fingiendo mi mejor sonrisa- Pero ya que eres tan amable.

-Bueno, la próxima clase trae tu libro, no siempre te prestare el mío. -Su voz se escucha con preocupación- Por favor.

-Okey, lo que digas...

-¡Oye! ¡Cambia esa actitud! ¡Soy tu profesor!

-¡Exacto! ¡Solamente eso, Mister Mendebil! ¡Bye!

No le doy oportunidad para que me dé un discurso sobre comportamiento, salgo de ahí tan pronto como puedo. A veces no lo soporto, ¡Su presencia me fastidia! A excepción en clases, es divertido molestarlo.

Espero unos minutos hasta que llega él, al decir él me refiero a mi novio. Tiene casi la misma edad que mi maestro, fueron compañeros de clases en el colegio. Mi novio se llama Roger, tiene una cabellera lacia de color oscuro, unos ojos de color celeste opaco, también tiene buena condición física debido a lo que hace en sus tiempos libres. Es una buena persona, aparentemente.

-Jul, ¿Esperaste mucho? -Me pregunta con una sonrisa en sus labios.

-No, para nada. Recién salgo, alguien me molestó un poco pero nada más.

-A ti todo te molesta, eso no es nuevo.

-Como sea. -Le digo riéndome un poco.

-Entonces, ¡Vámonos! Que este tipo me ha llamado por horas y me tiene cansado de tanto alboroto que hace.

-Está bien pero, ¿Esa cosa es segura? ¿No tiene como mil años? -Le pregunto, estoy señalando su moto.

-¡Tiene tres años sólo que está mal cuidada! -Se expresa un poco ofendido- ¡Sube que no pasará nada! Lo peor que puede ocurrir es que se nos acabe la gasolina.

-No lo sé...

-Julieta, por favor. ¡Soy un conductor responsable!

-Ehmm ¿Tienes casco?

-Solo uno pero te lo colocas tú ya que tanto molestas.

Se saca su casco de la cabeza, me lo lanza y siento como estoy cargando un ladrillo en mis manos. Él sonríe un poco, sabe que pesa pero no parece importarle mucho que digamos.

-Lindo. -Le digo sarcástica.

-Siempre.

-Por cierto... ¿A dónde vamos?

#2 Alas marchitas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora