Capitulo 45

42 5 0
                                    

El único lugar al cual podía ir era donde Dylan; mis tíos me obligarían a irme donde Kevin y mi madre lo llamaría; Dylan no, él no me traicionaría. Así fue como llegué al parque, busque entre los bolsillos de mi vestido y tenía mi celular por fortuna.

No demoró mucho en contestarme.

-¿Qué sucede, Julieta?

-¿Dónde estás?

-Camino a mi casa... ¿Por?

-¿Puedo quedarme en tu casa unos días?

-¿Qué pasó?

-Peleé con Kevin, o bueno, eso parece. –Le digo confundida.

-¿Dónde estás? Dime para irte a ver.

-Estoy en...

Le di la dirección a Dylan, también le pedí que trajera sandalias. Media hora después apareció con unas pantuflas de gatos, no pude evitarme reír al verlas. Él se ríe también, se agacha y me las coloca para luego sonreírme.

-Vamos a mi casa, ¿Te parece?

-¿Me ayudas a caminar? –Le pregunto- Me duele mucho la espalda.

-Mi hermana me comentó eso... Vamos, agárrate de mí.

Me sujeté de sus hombros, me llevó como pudo hasta su auto. Me hizo sentar en la parte de delantera para que estuviera cómoda. No sé desde cuando tiene auto pero me imagino que es por la Universidad. Lo veo tranquilo, no se ve alterado y da más tranquilidad.

Al llegar a su casa me explicó que su madre no sabía pero que tampoco sería necesario ya que ella está de viaje y que le diría cuando ella regrese. Su casa es enorme, casi como la mía y me hace sentir nostalgia de mi hogar. Me indicó donde quedaba todo y le dije que me bastaba con quedarme en un cuarto con televisión para no aburrirme.

-¿Es en serio? –Me dice Dylan seriamente mientras subimos las escaleras- Pues hay un problema...

-¿Cuál?

-Mi casa es enorme, pero no tiene cuarto de huéspedes dentro de ella... Sólo atrás, en el jardín. –Me informa- Así que te quedarás en mi cuarto porque el cuarto de Zamira es como su segunda virginidad.

-¿Tú cuarto? Debe de estar desordenado y todo sucio.

-Pues verás un huracán en él. –Bromea.

Al abrir la puerta de su cuarto vi todo ordenado, casi me sorprendí. Es más ordenado que yo, todo estaba perfectamente colocado y me hizo sentir desordenada por unos instantes. Me regreso a verle, él sonríe y me despeina.

-Tengo tema con la limpieza, por eso no entro al cuarto de Zamira.

-Así veo... -Digo sorprendida.

-¿Quieres comer algo?

-No es necesario...

-Lo es. –Me dice seriamente- Estás embarazada y estoy seguro que no has almorzado. Cocinaré algo y subo, ¿ok? No te muevas.

-Pero...

-¿Te quieres bañar? –Me pregunta.

-Sí pero no tengo ropa.

-Ponte un calentador mío y una camisa, te parecerán cómodos.

-¿Y mi ropa interior?

-¿Te parecen buena idea mis bóxeres o los hilos de Zamira?

-¿Dónde están tus bóxeres? –Le pregunto bromista.

El resto de mi tarde consistió en ver películas junto a Dylan. No pensé que fuera tan divertido pasar un día así con él, incluso cocinó mucha comida como para no levantarnos nuevamente. Me hizo olvidar el motivo por el cual me fui a casa, finalmente, me quedé dormida entre sus brazos.

#2 Alas marchitas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora