Capitulo 26

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-¡Miren! ¡Miren! –Dice Liss emocionada mientras nos tira unas revistas- ¡Están buscando nuevas modelos! ¡Deben meterse, chicas!

Dana mira la revista, no se la ve interesada y a mí tampoco. Janira y Natasha miran con entusiasmo la propuesta, Hikari ni siquiera nos observa desde el viernes. Desde que su hermano trajo la guitarra se la nota rara, no sabría decir por qué. No le he dicho a nadie, ni siquiera a mis amigas que estoy saliendo con Kevin desde el viernes. Y no sólo eso, recordé que Dylan quería hablar conmigo pero no ha venido debido a que lo internaron en el hospital porque su presión se descontroló y pensaba visitarlo hoy. No pude el fin de semana porque tenía el curso de inglés y el domingo Laura me torturó con un cuestionario de preguntas sobre mi semana.

-Julieta, ¿No te interesa? –Me pregunta Janira- Eres bonita, no creo que nos venga mal un dinero extra.

-Ehm... no tengo necesidad económica. Además no me interesa el modelaje.

-Es porque tampoco te escogerían. –Dice Zamira mientras mira la revista- Eres tan fea que deben venir otros a decirte que eres linda. Por suerte sabes que eres fea.

-Eso me recuerda... Si tú eres hija de la dueña de la compañía de modelaje en la que trabaja Liss, ¿Por qué no eres modelo?

-Porque mi madre tiene mejores proyectos para mí. –Dice un poco presumida- Este rostro tan hermoso no debe salir en la misma página que rostros comunes como los suyos.

-Tienes razón, mi cara es tan común que siempre tengo que contestar llamadas dándoles las gracias por considerarme en ser la portada de su siguiente número de la revista. –Dice Liss fingiendo tristeza- Que desgracia la mía.

-Idiota. –Le contesta.

-¿Sabes qué? Lo consideraré. –Le informo- Le diré a mi madre y te confirmo luego, ¿te parece?

-¡¿Qué?! –Dicen todos mis amigos, menos Hikari.

-Pensé que odiabas esas cosas... -Me dice Hikari tímida- Pero has cambiado de opinión.

-No he cambiado de opinión. Sólo quiero restregarle a Zamira que su mamá cree que soy más bonita que ella para que deje de decir estupideces por pestañeo.

Después de molestar a Zamira respecto a su rostro, nos dirigimos al comedor porque Boris se quejaba de que tenía hambre y Roberto le estaba apoyando demasiado. Mientras mis amigos se dirigían a comer, agarro a Liss del brazo y ella no duda en detenerse y decirle a los demás que ya los alcanzamos.

-¿Qué sucede? –Me pregunta- ¿Te retractas de modelar?

-No es eso. –Le digo- Sólo quería decirte que me tengas la comida, debo hacer algo que dejé pendiente el viernes en la biblioteca.

-Oh, bueno, te esperamos allá.

Mientras Liss siguió su camino al comedor, yo me desvié para ir a la biblioteca. Quería saber si había cámaras porque en los pasillos no hay y no quiero que nadie se entere mi pequeño secreto con Kevin.

Cuando salí de la biblioteca sabiendo que no hay tal cosa que pueda delatarnos, me encamino tranquila al comedor hasta que veo a Kevin hablando con Graciela en el pasillo. Estamos saliendo pero olvidé decirle que no quiero verlo hablando con la fastidiosa profesora de física. Camino hasta ellos, sé que es malo meterse en las conversaciones pero esa mujer debe entender que es mío sin decírselo.

-Señorita Gómez. –Dice mi maestra un poco desganada- ¿Necesita algo?

-Buenos días, Julieta. –Saluda Kevin- Dinos, ¿qué necesitas?

-Quería hablar con usted, profesor. –Digo educadamente- ¿Se puede?

-Claro, no hay problema.

#2 Alas marchitas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora