II: "Locos"

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DANAE

"Fiesta esta noche:
Lugar • 708
Hora • 10:30 pm
Disfruten"

Presione la opción de "Asistiré" en el evento de Facebook y cerré mi laptop. Tenía tres horas para escoger un atuendo apropiado para la ocasión. Quería divertirme.

Fui a mi habitación y abrí las puertas del armario, el cual era básicamente otro cuarto. Uno bastante grande.

Bien, Danae. Hoy te diviertes maldición.

¡A embriagarse hasta la inconsciencia!

Pasó el tiempo que aguardaba para que empezase la fiesta y yo estaba totalmente preparada, física y mentalmente. Me vestí simple y cómoda, con una rumbera blanca y un short de mezclilla, además de unos zapatos altos. Hoy noche Danae arrasa con todo.

Tomé el ascensor y presioné el número siete aguardando a que las puertas cerraran, pero una figura masculina con un rostro apurado apareció dirigiéndose a toda velocidad al ascensor.

¡Era el portero! El mismo que me vio semidesnuda esta mañana.

Huye Danae, huye ahora.

Le di al número siete una y otra vez para que las puertas se cerraran de una buena vez, y estuvieron a punto de hacerlo pero una mano se interpuso entre ellas. Oh rayos, perdí esta.

Las puertas se abren y el portero camina dentro del ascensor. Suelta un suspiro de cansancio y en un intento fallido por ocultar mi rostro avergonzado, termino ridículamente mirando al suelo y del suelo a la esquina del ascensor, y de él, a mi hombro. Tengo unos hombros muy bonitos. Oh sí.

Me examina de los pies a la cabeza y pongo un gesto de repugnancia que resulta ser gracioso. Me pego a la pared lo más que pueda esperando a que esta se convierta en un portal interdimensional y me saque de aquí.

-Bueno hola, chica. Yo me llamo-  -empezó a hablar pero me tapé los oídos como una niña pequeña.

-No. No me importa, portero - lo corté.

-Vaya... Qué desafortunado, Danae -dijo el portero balanceándose de atrás hacia adelante.

-¿Cómo sabes mi nombre? -empecé pero me arrepentí por haber caído en su trampa. Tenía que remediarlo -. Mejor olvídalo, no me interesa -crucé los brazos y él sonrió, haciendo notar dos pequeños hoyuelos en sus mejillas los cuales le daban un toque infantil a su rostro.

¿Cuánto más puede durar un viaje de ascensor? Maldición.

Finalmente sentí ese corto mareo de cuando estás a un segundo de llegar a tu destino y supe que tendría que correr, huir lo más rápido que pueda.

Sonó la campana y me preparé para correr lejos de aquel fisgón. Para mi mala suerte, se me adelantó.

Caminé un par de pasos fuera del ascensor e hice un puchero por haber perdido... De nuevo.

Logré verlo a lo lejos corriendo de espaldas.

-Mi nombre es Sam, chica nudista. ¡Un gusto! -gritó y siguió corriendo.

Miré a ambos lados esperando a que nadie haya escuchado eso y decidí ignorar todo lo que pasó. Seguí mi camino hasta el 708 y vi la puerta entreabierta. Hoy noche, Danae la pasará en grande.

Entré al departamento y me dirigí al centro de la sala, donde se llevaba a cabo el "núcleo" de la fiesta. Era simple y no muy grande, pero si se estaba a oscuras con unas cuantas luces de colores y se tenía alcohol, bastaba para divertirse.

¡Danae, deja caer tu cabello! #CA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora