Our Dark Side {Ruggarol}

Pacto.

Les quiero avisar de que si quieren, les dejo arriba la canción a la que Rugge en una parte se refiere. Ya la deben conocer, y si no, es una canción DIVINA así que se las recomiendo. Sé que la letra no tiene mucho sentido ahora, así que no se apresuren. Bueno empiecen che, gozenló 😂
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Deseaba su beso sobre mi labio como si mi vida dependiera de ello, no hay explicación alguna y eso me confunde más de lo que espero. La duda hace que quiera ir más a fondo y encontrar ese punto clave que me diga el porqué la necesito de esta forma. Ese beso me correspondió, y cómo una flecha, me devolvió otro hasta que uno de ellos se intensificó más a comparación de los demás.

- Quiero que sepas - se separó de mí y el efecto fué que yo me inclinara otra vez para alcanzar sus labios. Pero ella retrocedió antes de que lo hiciera, cuestionandome si soy tan predecible o no. - que nunca he hecho esto antes.

Su confesión me quedó sorprendido, lo que me hizo tener un poco más de respeto y preguntarle.

- ¿Estás segura?

- Nunca lo he estado más en mi vida, solo necesito que me cuides. - su inseguridad me dió ternura. Se estaba entregando a mí, lo cual me dió una extraña sensación jamás sentida.

- Por su puesto, confía en mí. - Dicho esto, se colgó de mi nuca para iniciar un nuevo beso. La alcé en mis brazos haciendo que riera y la llevé a mi habitación. Pronto caí sobre ella en la comodidad de la cama y el calor subió abruptamente. Pasquarelli ya tiene experiencia en estas cosas, así que me ocuparía en que jamás se olvide de esta vez. Desabrochó mi pantalón desesperada y yo el suyo.

- Hazme tuya de una vez.

- Quiero oirlo de nuevo. - dije mordiendo mi labio.

- Hazme tuya Ruggero. - Despertó esa bestia oculta en mi ser pronunciadas esas palabras y bajé sus bragas al ritmo de "Thinking out Loud" de Ed Sheeran, la cual había "accidentalmente" puesto al apretar el botón de reproducir del control sobre mi cama . En ese momento la letra no tuvo sentido para mí, no sé ingles y tampoco me puse a analizar la letra, pero la melodía, era hermosa. Liberé a mi amigo, firme gracias a ella. Su feminidad estaba humeda, lista para mi ingreso victorioso por primera vez. Tan pronto inicié, inclinó su cuello hacia atrás y yo lo besé lentamente, exparciéndo mis besos como fuego extendiéndo sus fronteras. Gimió y me detuve. - No pares porfavor - dijo suplicándome y continué. Las paredes estrechas de su vagina hacían a mi miembro sentir el mejor de los placeres. Entré y salí, cada vez aumentando mi intensidad para poder liberarme. Llegué al orgasmo al igual que ella, estremeciéndonos por completo como si adrenalina se adueñara de nuestra sangre.

Sin embargo ella seguía hambrienta. Rodeó mis caderas con sus pies empujándolas hacia ella. Entendí al instante y me motivé a seguir. Dimos la vuelta quedando ella sobre mí, haciéndo sentones. Me inundó de excitación y la dejé tomar el control. Con su lengua recorrió parte de mi pecho hasta el cuello mientras continuaba con los sentones bruscos. Yo solo pensaba: "Hay, ¡que mujer!".

- ¿Soy tu esclavo?

- Eres mi esclavo - dijo mientras colocaba mis brazos hacia arriba y aún seguía con los sentones. Mordió mis labios intensamente, cómo si quisiera deborarlos y con su lengua recorrió mi boca. - Voy a torturarte hasta que no puedas levantarte.

- ¿Ah sí? No, pues gracias a MI - rápidamente tomé su cintura y quedé encima de ella. Con todas mis fuerzas, además de una risa amenazante de mi parte, quise entrar más adentro. - no vas a poder caminar en días.

- Demaciada charla.

Rió gimiendo ante nuestro juego de dominancia. Lo hicimos a mi tiempo, ella me siguió como una experta, una profesional en mis instintos. Me saca lo mejor de mi en todo momento. Pensaba: "¿Esto se va a quedar así?¿Sexo y ya?". Siempre escuché a la gente hablando de los amigos con derecho como algo normal. Lo único que tenía que hacer era evitar mis sentimientos y si los hay, ignorarlos sin dejar que me afecten de algun modo. Luego caímos rendidos sobre la cama. Eran ya las 6 de la tarde.

- ¿Querés comer algo? - me miró complice y riéndo.

- Me leíste la mente. - agarré mi camisa, se la puse mientras apreciaba sus curvas. Tan pronto terminé de abrochar el último botón nuestras miradas se conectaron. Me perdí viendo sus ojos verdes, ahora realmente entendía por qué decían que eran tan hermosos. Parecen tener la baga intención de penetrar tu alma. Y lo logran.