Silencio

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Después del día más largo del mundo, salí por el pasillo vacío. Doce de la noche, no había casi nadie comprensivamente. Revisé mi teléfono y habían como diez llamadas perdidas de Candelaria. Yo solo podía pensar ¿realmente la habrá pasado algo o simplemente es una pesada?. No me quedé con el beneficio de la duda y la llamé.

- Candelaria, ¿Qué pasa? - En ese momento sentí a alguien agarrar mi camisa para llevarme a un lugar oscuro. Se notaba la humedad en el ambiente sumándole el olor a químicos de limpieza. - Pero que m.. - me tapó la boca y supe de quién eran esas manos al escuchar el ruido de sus pulceras.

- Es que mi amor, te necesito. Después de la bromita de los pelotudos de M&B - prendió la luz y me acorraló contra los estántes. Comenzó a desprender mi camisa y a besar mi pecho mientras Candelaria seguía hablando. - Necesito estar con vos, quiero que vengas y hablemos..

- Ahá - digamos que tratar de escucharla con semejante distracción era imposible. Bajó hacia mi abdomen y desprendió el cinturón, bajando mi ropa interior. Tan pronto lo hizo, volvió a subir y con el dedo indice se tocó la boca queriendo hacer un "Shh" con la intención de que hiciera silencio. Asentí deseoso y bajó haciendo su trabajo, su MEJOR trabajo. Desempeño perfecto diría yo. Mientras tanto, Candelaria seguía diciendo cosas que sinceramente no me importaba.

- A veces pienso que no me querés como antes, que no es lo mismo, que no querés estar conmigo. Demostrame lo contrario, lo tenés que...

- Aaaaah - se me escapó un gemido y tapé mi boca. Karol comenzó a tentarse en silencio.

- ¿Que estás haciendo? - Karol subió a besarme el cuello, con esta mujer uno no puede concentrarse. De ninguna manera iba a detenerla, no importara lo que cueste.

- ¿Ah? Nada, nada. Eehh.. yo solo - otro pequeñísimo gemido involuntario salió de mi boca cuando con su mano comenzó a masajear mi miembro. - me estoy sacando una bandita del brazo porque me lastimé. Ahora no puedo hablar lo siento chau.

Le corté rápidamente tirando mi teléfono. Impulsivo, la acerqué a mi violentamente. Busqué su boca con toda la intención de saborearla y comermela entera.

- ¿Te gustó? - dijo acomodándose el pelo.

- ¿Que si me gustó? Sos perversa, pero me encanta. - le besé el cuello, dejándole un chupón.

- Van a cerrar el estudio Ruggero.

- Mejor, así no puedas salir. - Jadeó, la tenía como loca. Es curioso como cuando estoy con ella salgo de mi cuerpo, no me siento yo.

- Mi mamá me va a matar, y conociéndola va a sospechar.

- ¿Pensas dejarme con las ganas después del show que me hiciste? - me reí. Estoy conciente que para ella solo soy un juego, pero debería jugar conmigo un rato por lo menos luego de tirar los dados.

- Mañana soy toda tuya.

- ¿Sin Lionel?

- Sin Lionel.

- Date cuenta que esta es una gran escepción, porque si fuera por mí no te dejaría salir.

- Creeme que no hay nada que desee más. - Simplemente me besó y me dejó ahí con el miembro firme, dolorido. Fuera cómo si me hubiera tomado diez pastillas de viagra desde que la ví.

Our Dark Side {Ruggarol}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora