Agradecimientos

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Antes de que el invierno desnude las ramas, antes de que todas estas hojas del bosque caigan, quiero contarlas y admirar el tinte que coloreó esta historia:

La primera hoja que se suspende en el aire es para AlexZenk, con ese naranja tan vivo como el cabello de la Diosa Epona. Fue ella quien me impulsó y me dio la oportunidad de escribir esto. Gracias.

Taranis con su viento hace que otras dos se despidan del árbol:
Rojas como el fuego, debo agradecer a  licia_15 y a mi madre que leyesen tantos y tantos borradores y que, aún así, no desesperasen. Muchas gracias, os quiero.

Una hoja marrón cayó y flotó en el agua. Gracias John Keats por inspirarme siempre que lo necesito.

Sirenas cantaron en el fondo del lago y me acordé de que, sin música, nada de esto habría cobrado tal melodía. Otra vez más, gracias.

Se está haciendo de noche, Ariadna me saluda. Desde allí arriba, os veo queridos lectores, mi apreciado bosque. Gracias por leerme, gracias por conseguir que esto haya merecido la pena.

Me voy, como el viajero; vuelo con alas de ruiseñor, ese al que una vez Epona saludó, ese que oyó Keats bajo la sombra de un árbol del que, como éste, pendían las hojas acariciadas por el viento.

El ViajeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora