Capítulo 2

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Las cosas habían pasado muy rápido para que pudiese, siquiera, recordar bien cuando había terminado totalmente desnudo en la cama de Seto Kaiba y con este entre sus piernas. Besos iban por aquí y por allá, todo de aquel hombre lo embriagaba y lo incitaba a más, ha no dejarlo, la tristeza, la melancolía, la desesperación, la añoranza, se mezclaban en medio de aquel acto que compartían en ese momento y eso, aunque embriagado por el placer de sentirse suyo por esa única vez, lo percibía y le dolía, su corazón se rompía más con cada beso, con cada caricia, con cada estocada.

*^*^*^*Fin FlashBack*^*^*^*

Frente al espejo de su baño, desnudo, podía observar las marcas de todo lo que habían hecho la noche anterior, sabiendo que no había sido ningún sueño ni alguna de sus fantasías, aunque no era así como había planeado que todo sucediera entre ellos, sólo había pasado. Dicen que el alcohol nubla el juicio, y eso les había sucedido tanto a Seto como a él, a pesar de que no había bebido ni una sola gota.

*^*^*^*^*

Su cabeza dolía y dolía mucho, ¿Porqué rayos Mokuba le había dejado embriagarse tanto? Oh pero esa no era precisamente la pregunta principal en su cabeza, no, la verdadera pregunta era:

¿Qué hacía Yugi Muto, en su casa, en su cama, desnudo?

Porque no es tonto, el faraón se fue hace mucho y eso lo sabe demasiado bien.
Recuerda la soledad que sentía en ese momento es justamente el motivo por el cual la noche anterior había comenzado a beber. No va a negar que lo extraña, extaraña a Atem, demasiado.

Siente una punzada en su cien y es cuando todas las imágenes de la noche anterior le pasan de golpe por la mente, causándole un dolor más fuerte todavía.

*^*^*^* 3 meses después *^*^*^*

La situación después de aquella noche se había vuelto un tanto incómoda entre ambos, apenas y cruzaban palabra cuando se reunían en grupo, y eso era únicamente para fingir que no había sucedido nada extraño, había sido un pacto silencioso entre ambos, Yugi creía que Seto no recordaba, Seto fingia no saberlo, simple.

Sin embargo, en una de esas tantas reuniones, es cuando Yugi termina vomitando todo lo que había comido en ese día, en el baño del lugar en donde se encuentran.
Por fuerza mayor, es Joey, su mejor amigo, quien va a buscarlo al baño pues pasan los minutos y no regresa

-Se veía tan pálido-.

Es la apreciación de Wheeler, lo cuál, por obvias razones, llama la atención del presidente de Kaiba Corp. Aunque, fingiendo indiferencia hacia el asunto, puede notar que tanto su hermanito como los amigos de Yugi se miran preocupados por el rey de los duelos.

Mientras tanto, Yugi, viene sintiéndose mal desde hace algunas semanas. No sabe lo que le pasa a su cuerpo pues nunca le había pasado algo así, su abuelito le ha dicho que vaya al médico pero tiene miedo de saber el diagnóstico.
Escucha la voz de Joey llamarle desde el otro lado de la puerta del baño, y, sintiéndose un poco débil aún, se levanta de su posición, pues había estado arrodillado frente al retrete.

Vio a su amigo salir con un tono muy pálido adornando su piel, iba a preguntarle que le pasaba pero se quedó con la palabra en la boca cuando lo vio caer.
Su cuerpo reaccionó casi por instinto pero fue tarde, porque alguien más se le había adelantado y había detenido la caída de su amigo. Sus ojos se abrieron con sorpresa al ver de quién se trataba.

Si bien no entendía el por qué de sus acciones, ahí estaba, con su rival inconsciente entre sus brazos. Había planeado esperar a ambos amigos en su lugar pero se habían vuelto a tardar y algo en eso le molestaba, así que decidió ir a hechar un vistazo para ver lo que sucedía.

Cuando llegó al baño, vió el rostro pálido de su rival y algo se movió dentro suyo, no supo bien porque pero cuando se dio cuenta ya estaba caminando hacia Yugi, y adelantó a Wheeler cuando este no reaccionó, evitando así la caída del chico de cabello tricolor.
Alzandolo completamente en brazos, se dirigió a la salida ante la atenta mirada de todos los presentes, sobre todo de los amigos de Yugi y su hermano, sin darles una mirada se dirigió a la salida del lugar, llamando a su hermano en el proceso, el cual le siguió inmediatamente.
Y claro, como olvidarse de Wheeler si estaba detrás suyo ladrando como un perro. Entró a su limusina con rapidez teniendo cuidado del chico inconsciente e indicó a su conductor que los llevase a su mansión después de que Mokuba entrase al auto también, el cual se había encargado de decirles a los demás el destino de Yugi Muto.

Una vez en su mansión, no permitió que nadie más pudiese poner una mano encima del cuerpo de Yugi, más que el doctor que se encargaría de chequearlo, pues este seguía inconsciente, y aún así, fue él, Seto Kaiba, quien dejó al chico en su cama, la misma que hace algunos meses habían compartido en una noche de borrachera.

-Joven Kaiba -dijo el médico en forma de saludo al presidente de Kaiba Corp, el cual le devolvió el saludo con un gesto de su cabeza-. ¿Qué le ha sucedido a este chico? -cuestionó comenzando a revisar sus signos vitales-.

-Se desmayó hace un rato y antes se encontraba pálido -respondió seco y simple, como siempre-.

-Ya veo -dice terminando de chequear que todo estuviese en orden-. Joven Kaiba, me temo que necesitaré una muestra de sangre de este chico para poder descartar algunas opciones -le informa alejándose del chico de cabello tricolor-.

Como el multimillonario que era, Seto ordenó a su equipo de laboratorio realizar los exámenes que le pedía el médico. Una hora después ya estaban listos los resultados, los cuales entregó al mismo para que este los revisara.

-Joven Kaiba, debo informar que no es nada grave, sin embargo, este chico es un caso especial -aquellas palabras le sonaron realmente comunes para describir a su rival-. Joven Kaiba, este chico, el joven Muto, está embarazado -y esta vez, esas palabras le tomaron con la guardia baja, fue como recibir un balde de agua fría-.

-Es... es... eso posible? -ver tartamudear al presidente de Kaiba Corp no era un acontesimiento diario. Claro, después de lo de Atem, había aprendido a creer que lo imposible es posible-.

-Es uno de los pocos casos que existen en el mundo, sin embargo, mandé a hacer un examen de embarazo por si acaso -le enseña el papel mientras habla y Seto lo mira incrédulo aún-. Todo indica que su cuerpo se encuentra bien y la prueba de embarazo resultó positiva -continuó explicándole mientras él luchaba contra su lógica-.

-Cuánto tiempo tiene? -fue lo único que logró salir de sus labios, una vez que recuperó la compostura-.

-11 semanas aproximadamente -eso fue suficiente para confirmar quien era el padre de aquel bebé en el interior de su rival, no creía sinceramente que Yugi hubiese estado con otro, no se equivocaba, precisamente, en esos momentos, odiaba no equivocarse pues significaba que aquella pequeña vida, llevaría el apellido Kaiba, independientemente de lo que hubiera pasado entre Yugi y su persona-.

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Haii!!! Minna-san! Lamento la tardanza, había prometido este cap para hace 4 días y debo disculparme pues no había tenido tiempo de escribir, además de que tenía que actualizar mi otra historia :v y no tenía imaginación para hacerla :'v Pero como lo prometido es deuda, aquí el segundo cap! Como siempre digo, más vale tarde que nunca :v
Espero que lo disfruten y nos vemos el próximo cap!
Ba-bye!!
#RivalshippingIsCannon :v
(Mucho trauma con los HT)

Deshielando tu corazón (Rivalshipping) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora