Deshielando tu corazón (Rivalshipping) [En Edición]

Capítulo 21: Final

Su día había empezado de forma normal.

La primera personita que vió al abrir los ojos fue a su pequeño Ryo, el cual tenía sus manitos en su rostro buscando despertarle, y detrás de su hijo se encontraba Seto, con Haku en sus brazos mientras le veía divertido, algo que le hizo sonreír también mientras abrazaba a su bebé, el cual solo rió.

Aquel día era especial puesto que era el primer cumpleaños de sus retoños y, aunque no se lo dijera a Seto, le alegraba que pudieran celebrarlo en familia, cuando sus hijos nacieron había creído que sólo serían ellos tres y que algún día debería contarles sobre su otro progenitor, para su suerte, el destino no había querido que las cosas fueran así.

Sin embargo, como herederos del legado Kaiba, Seto había querido que sus hijos tuvieran la mejor fiesta a partir incluso de su primer año, aunque de algún modo le había convencido para hacer algo simple argumentando que aún eran muy pequeños para poder recordar y que aún si se tomaran fotos no disfrutarían tanto como lo harían cuando fueran más grandes y pudieran divertirse por su propia cuenta. Debido a ello, los sirvientes de la mansión estaban desde ya organizando y ordenando todo para recibir a sus invitados, para lo cual aún faltaban unas cuantas horas pero debían estar listos ellos también. Habían terminado acordando que sería algo más pequeño y privado, invitando sólo a sus amigos y parientes más cercanos. Después de lo ocurrido con Tea y de la repentina aparición de Atem, habían pasado aproximadamente 2 semanas, en las cuales, oficialmente en la anterior sus hijos habían sido presentados al mundo como los herederos Kaiba, algo que había tenido a los reporteros y a la prensa sobre sus cabezas durante toda la semana, en parte, por ello también había decidido que lo mejor era hacer algo sencillo y sólo con gente cercana a ellos. Como lo eran sus amigos Joey, Tristan, Serenity, Rebecca y su abuelo, Duke y el abuelo de Yugi, obviamente Mokuba pero él ya vivía en la mansión junto a ellos. Para el tricolor era graciosa la cara de su pareja cada vez que mencionaba a la ya no tan pequeña Rebecca pues ella seguía insistiendo en que él le pertenecía, algo que hacía que Seto se enojara y aunque no lo admitiera, sabía que también estaba celoso.

Se daba cuenta debido a que el castaño no se le despegaba cuando la rubia rondaba por ahí, aquello le era divertido y al inicio le pareció un poco doloroso pues le recordaba a aquellos tiempos en los que Tea y ella se peleaban porque la rubia tampoco soltaba al tricolor. Sin embargo, había aprendido a superarlo, con el apoyo de Seto, sus retoños y Mokuba, aparte de todos sus amigos, habían seguido adelante.

Hasta el momento en que sus amigos y conocidos empezaron a llegar, todo marchaba tal cual lo planeado, todo estaba en su lugar, primero, todos reunidos en el gran salón de la mansión, hablando de cada quien lo suyo. Algo que Seto Kaiba ya tenía previsto que pasara, mientras mantenía un ojo encima de sus hijos pues estos se encontraban con los amigos de Yugi, y no era precisamente que desconfiara del abuelo de su pareja, en quien no confiaba era en Joey, por qué? Simple, si el día en el que se enteró del embarazo de Yugi no pudo hacer algo tan simple como reaccionar antes de que se lastimara, siendo su pareja un adulto, no quería imaginarselo con niños pequeños, los cuales a duras penas se quedaban quietos al estar despiertos.

Se obligó a suspirar, debía mantener la calma, al menos por ese momento ya que tenía planes adicionales al original, y el único que estaba enterado de ello era Mokuba, nunca lo había defraudado y no creía que comenzaría ahora.

—Ma... Ma...!!

El llanto de uno de sus hijos llamando a su madre lo sacó de sus pensamientos y agradeció que no estuviera en brazos del rubio porque quien sabe lo que le hubiera hecho por hacer llorar a su pequeño hijo. Observó al tricolor ir a tomar a su hijo en brazos para calmarlo, notando la hora, se dió cuenta de que ya era hora de que los niños comieran y sabía que Ryo no tardaría en seguir a su hermano en su llanto y reclamo por comida, así que le pidió a Mokuba que guiara a sus invitados al comedor mientras él le pedía amablemente al señor Muto que le devolviera a su hijo para llevarlo también a alimentarse junto a su hermano, excusándose por Yugi y su persona, diciendo que se unirían a ellos más tarde en el comedor.