Capítulo 15

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—Ese día, Tea vino a reclamarme, algunas cosas, muchas de ellas sin sentido —empezó el castaño—.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*FlashBack*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Hace 2 años atrás aproximadamente, se encontraba cierto castaño ojiazul en su oficina, firmando y revisando papeles concernientes a su empresa, había dado órdenes estrictas de que no se le molestara y agradecía enormemente a su hermano por entretener a Yugi en lo que él se desocupaba. Las cosas con el chico de cabello tricolor habían mejorado notablemente y aquello, aunque no lo admitiera, llenaba de una extraña calidez su alma, no solamente por su hijo, sino por la madre de este también.
Por unos momentos se perdió en sus pensamientos y una pequeña y casi imperceptible sonrisa se asomaba por sus labios. Eso, hasta que el sonido de la puerta de su despacho abriéndose lo sacó de sus cavilaciones, dejando las hojas que sostenía en su mano sobre su escritorio de nueva cuenta.

Pudo observar la silueta femenina que asomaba por esta y su mirada de forma inmediata se dirigió al rostro de esta, reconociéndola como una de las amigas de su embarazado- de Yugi. Frunció el ceño al ver la expresión enojada de la chica, y, realmente no entendió su expresión pues no recordaba haber hecho nada malo para el Rey de los duelos durante ese tiempo.

—Kaiba —fue el saludo seco y despectivo que le dirigió la chica—.

—A qué debo tu visita? —fue directo al grano pues no quería demorarse más con aquellos documentos, además que quería pasar unos momentos con su hermano y aunque no lo dijera en voz alta, con Yugi también—.

—Tú, me quitaste al faraón, y no conforme con eso ahora embarazaste a Yugi —dijo la castaña con un tono mezclado entre rabia y resentimiento—. Atem te amaba, Yugi también, no es lógico —mientras decía esto fue acercándose al escritorio del castaño, el cuál simplemente fue frunciendo más el ceño ante las reclamaciones de la chica, que a su parecer, no tenían fundamento o sentido alguno—.

—Ve al punto Tea, no tengo tu tiempo —gruñó molesto por estar teniendo que aguantar los arranques de la chica—.

—¿Qué les hiciste? —y aquello lo descolocó aún más—. Debiste haberles hecho algo! Ellos no se hubieran fijado en ti de no ser así! Es decir, me tenían a mí a su lado! Pero se fijaron en ti, debiste haberles hecho algo! —exclamó golpeando con sus manos el escritorio del castaño—.

—Que no seas suficiente como mujer no es culpa mía. —escupió con veneno y una expresión totalmente carente de emociones—. Yo no le hice nada, ni a Atem ni a Yugi. —Terminó con su tono frío—. Ahora te pediré que te retires, no tengo tiempo para alguien como tú.

Por su lado la castaña echaba humo, literalmente, pero de un momento a otro en su expresión apareció una sonrisa que le pareció un tanto sanguinaria. No supo porque eso le dio un mal presentimiento.

—Tus besos siguen siendo los mejores, Seto —y aquello lo descolocó aún más si es que eso era posible, la chica seguía posicionada frente a su escritorio y si alguien entrase en su estudio en ese momento lo podría malinterpretar totalmente—.

Claro que en ese preciso instante no sabía lo que las palabras de aquella chica habían provocado.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*Fin FlashBack*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

—Sé que crees en tus amigos más que nada, pero no miento. Sabes que Tea siempre estuvo enamorada de Atem, y que tu y él compartieran gustos parece que no le gustó —terminó por decir después de todo lo que había contado—.

Y ya la cosa era que, creerle o no se había vuelto su decisión cuando Kaiba había decidido contarle lo que realmente pasó, lo cual esperaba hace mucho tiempo y esperaba que la versión de Kaiba reiterase su pensamiento erróneo y doloroso de aquellas palabras que a pesar de todo seguían rondando su mente aún después de lo que parecía que había pasado hace tanto tiempo.

Se mordió el labio inferior y no supo si mirar a los ojos azules a su ex némesis, o mantener la cabeza abajo pues su cabeza era un lió de todo, por un lado estaba feliz de poder comprobar que Seto Kaiba parecía, por fin, haberse fijado en su persona, claro, apartando el tema de sus hijos; y por otro lado estaba el tema de Tea, de la que consideraba su mejor amiga y todo el tiempo simplemente estaba siendo una hipócrita con él, al parecer.

—En- Entiendo el dolor de Tea —empezó con un tono bajo, simplemente apoyando su frente en el pecho del castaño—. Pero no justifico sus acciones. Pudo habernos ahorrado tanto melodrama —continuó con su tono de voz tranquilo, el que usaba siempre para calmar a sus hijos o simplemente mantener la calma en momentos de angustia—. Los sentimientos no se controlan y estoy seguro de que Atem no aprobaría su comportamiento tampoco —terminó de decir alzando su mirada amatista para encontrarse con la azulada del contrario—.

—Yugi... —iba a decir algo pero se vio interrumpido por el menor—.

—Aún así, Kaiba, no, Seto —dicho esto miraba con firmeza al castaño que lo rodeaba con sus brazos—. Quiero confiar en ti, pero aún necesito que me demuestres que vas a estar ahí. Que mis hijos tendrán a su padre. No quiero temer despertar por las mañanas en una cama vacía como cuando supimos del embarazo —sin poder evitarlo, sus ojos estaban empañados en lágrimas nuevamente y aquello solo logró ablandar más, si cabe, el duro corazón del SEO de Kaiba Corp—.

—Solo déjame borrar las cicatrices del pasado Yugi —susurró al tiempo que limpiaba con sus dedos de forma delicada el rastro de las lágrimas en el bello rostro de su pequeño amante—. Esta vez, déjame amarte a ti, a nuestros hijos. Dame la oportunidad de mostrarte que podemos ser una familia.

El antiguo Rey de los duelos simplemente pudo asentir porque aunque no quisiera, aquella petición había tocado en lo más profundo de su alma, porque aquello lo había anhelado mucho antes de que todo aquel embrollo comenzara.

Después de bañarse y vestirse ambos, entre mimos y caricias, cuando Yusei y Jaden volvieron con sus hijos, por primera vez desde que nacieron sus pequeños, Yugi agradeció el hecho de sus pequeños fueran la replica de su padre, por primera vez en lo que parecieron años, no sintió la melancolía. Por primera vez en su vida, ambos durmieron juntos, abrazados, simplemente disfrutando del calor y presencia del otro.

Y esa noche, Yugi soñó con su otro yo, y le pidió perdón, por amar al hombre que él también amo, y recibió solamente el cariño y la aceptación del faraón, y le dijo que se merecía ser feliz, porque él ya lo era con la persona que realmente amaba.

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Haaaaaaaaaaaaiiiiiiiii!! 

Ni crean que porque tiene final de película romántica y cliché es el fin! Ah no señores, aún nos falta mucho drama para el final de cuento de hadas, además de la boda y muchos retoños más(?)

Okno, me calmo xDD

Perdón por tardar tanto en actualizar pero creo que este cap me salió del alma, enserio :'u 

Bueno ya esta! Disfrútenlo, ya veremos que pasa en el siguiente cap >:3

Deshielando tu corazón (Rivalshipping) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora