seks.

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Isak

Una muy ébria Noora fue lo primero que visualicé al llegar.
Ni siquiera era tan tarde como para empezar con los tragos.
Problema suyo.
Me acerqué hacia donde se encontraba.
Se veía que la estaba pasando de maravilla, mientras hablaba con otra chica.
Rubia, pálida y más baja.

"Noora, hey."
"¡Isak, Viniste!"
Me envuelve en un cálido abrazo y lo devuelvo con una sonrisa a medias.
El olor a alcohol que emanaba era fuerte.
La chica rubia me sonríe, extendiéndome su mano para poder presentarse.
La estrecho sin antes pensarlo.
"Vilde, un gusto."
"Isak."

Miré a mis alrededores en busca de Jonas.
Nunca se sabe con él, podría estar haciendo cualquier cosa en este momento.
Le envío un texto y espero.
No tardo en recibir su respuesta.
Me había dejado plantado, tan predecible pero nunca para mí.

Suspiré y me resentí.
Algo bueno podría sacar de todo esto; bebidas gratis.

Cuando ya me acomodé en uno de los sofás, pasó algo inesperado.
Vómito sobre mis zapatos. Mierda, mierda, mierda.
"¿¡Qué mierda!?"
Perfecto, me habían jodido el único par de zapatillas que realmente ocupaba.

Rápidamente me las saqué e incorporé, saliendo de la casa con zapatos en mano.
Me veía patético y no podía evitar pensar en todas las maneras posibles de matar a Jonas.
Traidor.

En mi camino a la salida, choqué con un sujeto.
Even.

Me sentí muy encerrado y cada vez que salía a fiestas terminaba de la misma manera.

Me senté en una banca en el jardín.

De pronto ví una sombra que se acercó y sentó justo a mi lado.

-Isak.-. Reconocí su voz.
Era Even.

-Hola..-.

-¿Ocurre algo?-.

-Nada... Es sólo que tu novia...-.

Se rió.

-Todo lo que te cuente ella es mierda sin sentido.-.
M

e quedé en silencio.
Le ofrecí un cigarrillo nuevo y sacó el que yo tenía entre mis dedos.

-Isak acompáñame-.

-¿A dónde?-. Lo miré confundido.

-No lo sé, solo salgamos de aquí.-.
Me paré de la banca y él hizo lo mismo.

Lo seguí.

-Dime a donde vamos, por favor.-.
Insistí.

-¿Conoces el bosque que está por allí?-. Señaló un bosque a lo lejos.

-Claro-. Asentí.

-Vamos...-. Dijo.

Esta vez no reclamé, estaba tan cansado que solo me dejé llevar por Even.
¿Que malo podría pasar?

Ocean eyes Where stories live. Discover now