ti.

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Narra Isak^^^

Even me lanza una toalla para poder secarme.
Luego recuerdo que no tenía ropa con la cual poder cambiarme.

Veo como El saca unos jeans con una polera blanca y me los entrega.

-Gracias...-.digo.
Él me mira y sonríe.
¡Dios! Su sonrisa me mataba.

Espera, que estoy pensando.

-¿Isak?-.me pregunto riendo.
-¿Qué pasa?-.
-Te quedaste pegado.-. Suelta una carcajada.
Me pongo rojo.

-Te ves adorable cuando te pones nervioso.-.
Cubro mi cara con mis manos.
-Iré a cambiarme a el baño.-.

Oigo como sigue riéndose a mis espaldas mientras camino.

Llego, y cierro la puerta.
Me desvisto para cambiar la ropa mojada que llevaba encima.

Después de ponerme toda la ropa seca, me miro en el espejo.
Agarro mis cabellos desordenados con ambas manos.

No puede ser.
Pensé.

Estaba empezando a sentir cosas por ese chico.

Abro el grifo y me lavo la cara.

Luego veo la vitrina de cristal.
Había un frasco muy extraño.

La curiosidad me consumía, por lo que sin pensar, abrí la puerta de esta.
Las saco.
Era un frasco Naranjo.

Veo la etiqueta...

Siento como mi mano comienza a temblar.

Las suelto y caen en el suelo donde se desparraman por todo el baño.

Even era bipolar...
Y no me lo había dicho.
Claramente estaba en todo su derecho pero...

Oigo como camina hacia acá.

Abre la puerta y me ve en el suelo recogiendo las pastillas.

-Lo siento... Se cayeron, no quería..-. Digo sin levantar la mirada.

El se agacha, para ayudarme.

Se forma un silencio incómodo.

Al terminar de recogerlas, se levanta y camina a donde sea que fuera.
Lo sigo.

-Lo siento Even, yo solo las vi y pensé.-.

-No importa.-. Dice y se da vuelta.
Me ofrece un intento de sonrisa.

-Mejor me voy.-.digo.
Agarro mis cosas mojadas y abro la puerta.
-Te avisaré y pasaré a dejar lo que me prestaste.-.

-No tienes mi número.-. Dice.

Oigo como va a buscar un lápiz para luego agarrar mi mano para escribir.

Me mira.

-Enserio lo lamento.-.
-No importa.-.me mira serio.

Abro la puerta y siento el golpe de esta a mis espaldas.

Esta vez sí que la cague.

Ocean eyes Where stories live. Discover now