Fairchild [Valentine Morgenstern]

03.

Rose no le hablo a Connor el resto de lo que quedaba del dia,  lo había evitado demasiado bien, incluso en la cena se las arreglo para tomar una mesa lejos de su mejor amigo. Él la había dañado en aceptar ser parte de algo que ella no podía. Conocía a Connor de toda la vida, vivían cerca, habían entrenado juntos, habían crecido uno al lado del otro, Rose siempre lo había visto como a un hermano.

Luego de la cena se encerró en la habitación que compartía con Jocelyn y se puso a leer un libro que había encontrado en la biblioteca. Cuando su hermana entró a la habitación, la observó un momento en silencio.

―Esta noche Connor se inicia en el Círculo ― Jocelyn espero alguna reacción por parte de su hermana, pero esta simplemente cambio de pagina, como si no hubiera oído a su hermana. ― Van a ir a una misión peligrosa, deberías despedirte de él.

Rose siguió como si no hubiera escuchado a su hermana, por lo que Jocelyn se rindió con ella y se colocó una capa oscura para evitar que nadie la viera al salir después del toque de queda.

Una vez que la mayor de las Fairchild se fue, Rose suspiro y apoyo su cabeza contra la pared que tenia atrás, algo le decía que debía impedir que Connor se uniera, pero él quería pertenecer a algo más grande, quería ayudar a los cazadores, cumplir la ley. Y si Valentine hacía lo que decía, estar en el Círculo era la mejor manera.

Cerró los ojos por un momento, pero el cansancio pudo con ella y se quedó prácticamente dormida.

Despertó a media noche sintiendo un agudo dolor en el pecho que se fue extendiendo cada vez más. Se sentó en su cama mientras buscaba el origen del dolor, parecía como si la estuvieran apuñalado el el pecho muy lentamente. Ella dejo escapar un grito de dolor que llamo la atención de Jocelyn que estaba dormida en la cama continúa.

―¿Rose? ― pregunto preocupada.

Pero Rose no podía contestar, solo gritaba y había comenzado a llorar, lo que asusto a Jocelyn que salió corriendo a buscar a algún maestro.

El dolor en el pecho de Rose no aminoraba, si no que se extendía por todo su cuerpo, se dio cuenta de que el lugar donde le dolía mas era el mismo donde tenía la runa parabatai.

―¡Connor! ― grito como si eso ayudará a calmar su dolor. La runa no dejaba de dolerle, estaba muriendo en vida, arrancando parte de su alma. ― ¡Connor! ― grito está vez más fuerte llamando a la parte de Connor que aún seguía en ella, deseando desesperadamente que el dolor se detuviera, que Connor llegara con ella y la abrazara.

En ese momento Ragnor Fell, un brujo que enselaba en la academia, entro seguido de Jocelyn y al ver a Rose con una mirada de terror y dolor en sus ojos, le indicó a Jocelyn que buscara a Connor en su habitación.

―Está muerto... está muerto... ― murmuro ella balanceándose de un lado al otro sollozando ―. Connor está muerto. ¡Connor, por favor!

―Tranquila Rosemarie ― murmuro el maestro sin saber cómo tratar con ella, había visto a muchos parabatais perderse cuando su otra mitad moría, aquel ritual de unión era la cosa más barbarica que tenían los nefilim. El chico estaba muerto, la runa parabatai de Rose no era más que una mancha borroneada ahora.

―Él no está en su habitación ― dijo Jocelyn que venía con la respiración agitada.

Afuera ya se había congregado un grupo de chicas que miraban a hurtadillas por la puerta abierta, algunas veían la escena con lastima, otras con miedo, Rose nunca se había visto tan rota.

―Quédese con su hermana, Jocelyn. Iré a avisar a los demás profesores que busquen al chico. ― Salió por la puerta exigiendo a todos los alumnos que volvieran a sus habitaciones, no había nada que ver en aquel lugar.

Rose no se quejó cuando Jocelyn la abrazo con fuerzas, ni cuando hizo que se apoyará en ella para llorar, se mantuvo a la espera durante toda la noche, esperando algo que jamás llegaría. ¿Cómo iba a seguir ahora? Connor se había ido creyendo que ella lo odiaba, había muerto sin ella a su lado. Había sido una estúpida en no ir a detenerlo.

Al amanecer, los maestros siguieron sin encontrar los restos de Connor, la búsqueda siguió por unos cuantos días, pero era inútil, el chico había muerto y aunque encontrarán el cuerpo no iban a poder hacer mucho con él ya que estaría demasiado descompuesto para hacer un funeral digno.

La Clave hizo un funeral simbólico, todos los miembros de la Academia se reunieron al rededor de una pira vacía y quemaron la madera no sin antes murmurar las despedidas correspondientes.

Connor oficialmente había sido declarado muerto.