Con el tiempo, el pequeño Jonathan comenzó a entrenar con Valentine, que le exigía más de lo que su pequeño cuerpo de niño podía, Rose a veces intervenía en los entrenamientos, pero eso le costaba luego una larga conversación con Valentine donde él le gritaba y le decía que no se metiera en asuntos que no era de ella y ella le devolvía los gritos diciendo que era su madre y que tenía derechos a decidir que era lo mejor para Jonathan.
Valentine daba lecciones duras, tanto física como emocionales, cuando mató a la mascota de su niño fue lo que derramó el vaso. Él estaba tan herido por la traición de Jocelyn que le había enseñado a Jonathan que amar era ser destruido. Aún así, no había encontrado las palabras para enfrentarlo
Una noche cuando Jonathan había caído rendido luego de un largo día de entrenamiento, Rose se acercó a la biblioteca donde Valentine estaba escribiendo algunas cosas en su diario.
―¿Hasta cuándo vas a seguir con esto? ― pregunto sentándose frente a su escritorio mirándolo seriamente.
―Me falta poco ― respondió Valentine sin levantar la mirada hacia ella.
Rose negó con su cabeza.
―No hablo de escribir en tu estúpido diario, hablo de esperar a Jocelyn. ― su voz sonó más brusca de lo que había esperado.
Valentine levanto la mirada inmediatamente.
―No la estoy esperando. ― contestó con frialdad.
―Que saltes a la defensiva quiere decir que tengo razón, la sigues esperando ― Rose suspiro, era demasiado pedir que alguna de sus conversaciones a solas pudiesen terminar bien ―. Sé que la amas aun y creo que no es justo para ti que lo sigas haciendo cuando ella ya hizo su propia vida lejos de ti. ¡Han pasado nueve años Valentine! Y ella tiene una hija que es de Lucian.
―¿Y que si aún la amo? ― él había dejado su diario a un lado y hablaba arrastrando sus palabras sabiendo que iba a dañarla ― Tú no eres nadie para venir a reclamar nada, tienes que entender que esta vida es una ilusión, yo no te amo ni estamos verdaderamente casados, solo lo hacemos para mantener la farsa frente a Jonathan. Puedo deshacerme de ti fácilmente, al igual que con tus padres.
Rose lo miro asombrada por aquellas palabras. Había vivido en aquella ilusión por muchos años, tantos que casi cree que aquella era su verdadera vida. Pero ahí estaba Valentine, rompiendo cada trozo de su corazón. Enseñando aquella faceta que tan oculta la había tenido.
―Ella no te merece. ― Rose sentía que en cualquier podría llorar, pero mantuvo sus fuerzas, no quería mostrar que sus palabras la habían lastimado ―. Yo te he amado desde que era una adolescente, la mayor parte de mi vida fue dedicada a ti, a complacerte de todas las maneras que me has dejado hacerlo ― Rose sabía que Valentine nunca cambiaría de parecer, pero nunca perdía las esperanzas.
―Vives en una ilusión, Rosemarie. No puedo estar contigo porque eres la hermana menor de Jocelyn, porque eres como una hermana para mí.
Las palabras de Valentine volvieron a romper su corazón.
¿Hermana? ― Pensó lamentándose ― ¿Solo soy su hermana?
Cerró los ojos unos momentos evitando mostrar que tanto daño había causado sus palabras.
―Iré a ver a Jonathan ― dijo luego de unos momentos y se puso de pie saliendo de la habitación evitando mirar a Valentine en todo ese tiempo.
El niño seguía durmiendo, pero aun así Rose no quería ir a la cama que compartía con el hombre al que amaba y al que no podía tener. Mirando a Jonathan deseo que esa farsa fuera verdad, deseaba ser Marie Wayland y que el niño fuera su hijo, deseaba que Valentine fuera su esposo y que la amara como ella lo amaba. Deseaba tenerlo con ella siempre.
Pero como había dicho Valentine, ella vivía en una ilusión, ella no tenía una vida propia porque a la de ella la quemaron junto a su casa y junto a sus padres. Con casi veintisiete años no tenía una meta en su vida, era sólo una marioneta en el show de Valentine, un peón en su juego de ajedrez, nunca sería la reina.
Acaricio la mejilla de John con ternura y amor, quizás no fuera su hijo, pero ella lo amaba como a uno, lo había criado, le había dado el amor que Valentine no le daba, le había entregado cada centímetro de su corazón para mantenerlo feliz. Ahí dormido se parecía más a un ángel que a algo más. Beso su frente como siempre hacia y se sentó en el sillón que había en un rincón para observarlo dormir.
Más tarde se dio cuenta que se había quedado dormida. Cuando se levantó al día siguiente aún seguía en la misma posición que antes de dormir, solo que ahora estaba tapada con una manta y John no estaba en su cama.
Luego de desperezarse y asearse, bajo las escaleras, la casa estaba en absoluto silencio por lo que supo que Jonathan y Valentine estaban en el jardín practicando.
Luego de hacerse una taza de té salió al pórtico descubriendo a Valentine luchar con Jonathan, enseñándole movimientos que ella había aprendido recién en la academia.
―¿Ya desayunaron? ― pregunto en un grito Rose interrumpiendo su práctica, volviendo a su papel de madre y esposa.
―Ya lo hicimos cariño, no te preocupes ― grito Valentine y golpeo a Jonathan ― . No te distraigas ― lo reprendió.
Rose bufo y se sentó en las escaleras del pórtico a mirar como los dos hombres que más amaba en su vida practicaban lucha.
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Fairchild [Valentine Morgenstern]
FanfictionRose siempre fue la sombra de su hermana, siempre siendo comparada con su perfecta hermana mayor, siempre siendo ella la segunda, incluso cuando Valentine Morgenstern, el gran amor de Rose, eligió a Jocelyn sobre ella. -Pequeños relatos de capítu...