12.

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―¿Mamá? ¿Te encuentras bien? ―pregunto por décima vez en el día John mientras golpeaba la puerta del baño.

Rose devolvió una vez más y limpio su boca con una toalla que había ahí.

―Si cariño, solo algo descompuesta.

John estaba preocupado y eso ponía de los nervios a Rose que por más que le dijera que estaba bien él siempre preguntaba lo mismo.

―¿Quieres que envié un mensaje a papá? ― pregunto con cautela.

―No, no quiero preocuparlo, estaré bien en algunas horas.

Oyó a John suspirar del otro lado.

―Eso dijiste ayer, antes de ayer y hace tres días.

Rose limpio su cara con un poco de agua y cepillo sus dientes antes de salir del baño y encontrar a Jonathan que estaba a punto de volver a tocar.

―Estaré bien, me hare un té y dejare de vomitar.

Jonathan la siguió hasta la cocina preocupado aun.

Hacia algunos días Rose había empezado con las náuseas y los vómitos, algo que era inusual ya que jamás había pescado ni un resfriado. Por eso Jonathan se preocupaba muchísimo.

Su padre hacia dos meses que se había ido y aun no sabían nada de él, eso asustaba a Jonathan aunque Rose estaba tranquila, sabía que estaba con su hijo el sobrino de esta y que él estaba bien.

Los vómitos y las náuseas acabaron semanas después de ese día, y para esa fecha Rose ya tenía más que confirmado que era lo que tenía.

Era algo realmente estúpido, solo a ella podría ocurrirle cosas así, embarazada en su primera vez... gran título para una película de comedia donde la protagonista se mostraba confundida y desesperada al saber la noticia. Pero ese no era el caso de Rose, ella tenía veintisiete años y en todo ese tiempo desde que era una joven adolescente había soñado con cargar en su vientre a un futuro Morgenstern, y ahí estaba, su sueño cumplido. Aunque esperaba y rogaba que Valentine no se enojara con ella por eso, porque estaba segura que ella escaparía mientras él durmiera y se iría lejos, donde pudiera criar a su hijo tranquila... y se llevaría a Jonathan, a él no lo abandonaría nunca.

La puerta de la entrada se abrió interrumpiendo sus pensamientos y Rose bajo el libro que no estaba leyendo para ver a Valentine entrar con una sonrisa.

―Hola. ― él había entrado como si hubiese salido a hacer un recado y vuelto en minutos.

Rose soltó una pequeña risa y se puso de pie para besar sus labios.

―Te he extrañado. ― se había puesto un poco nerviosa, debí a de darle la noticia cuanto antes.

―Yo también lo hice ― Busco algo por la sala― ¿Dónde está Jonathan?

―En el patio trasero entrenando. ― ella señaló el lugar.

―¿Quieres ir unos momentos arriba mientras él está ocupado? ― pregunto dándole a Rose una mirada llena de lujuria.

Rose lo miro a los ojos y aspiro.

―Antes... tengo algo que decirte. ― su voz sonó nerviosa, lo que llamo la atención de Valentine

―¿Ocurrió algo?―La tensión cubrió su cuerpo por completo.

Rose negó con la cabeza y le dedico una pequeña sonrisa.

―Nada malo, todo está bien ― Beso su mejilla ―. Lo que te tengo que contar es algo que quizás quieras escuchar estando sentado.

Valentine se sentó y la miro expectante.

―Sé que no estaba en nuestros planes ― comenzó Rose ―. Ni siquiera en los tuyos. Fue algo estúpido la verdad ― ella bajo la mirada a sus ojos y tomo una las manos de él y la guio hasta su vientre ―. Estoy embarazada.

Valentine sostuvo una mirada neutra, sin mostrar ningún sentimiento, aunque Rose pudo saber que él estaba sorprendido. El silencio de Valentine estaba causando gran nerviosismo en Rose que soltó la mano de Valentine, aun si, esta permaneció en su vientre. Toco ligeramente la pequeña hinchazón que era el pequeño niño y una sonrisa apareció en sus labios.

―Otro Morgenstern ― susurro y la acerco a él para besar su vientre antes de ponerse de pie y besarla a ella.

Había visto esa misma reacción cuando Jocelyn había anunciado que sería madre de Jonathan, pero ahora esa reacción era para ella, y Rose no podía estar más que feliz por la aceptación de Valentine.

Él la tomo en brazos y la hizo girar mientras reía feliz, hacía tiempo que Rose no veía a Valentine de esa forma.

―¿Qué sucedió? ― pregunto John entrando a la sala mirando a sus padres algo aturdido por la felicidad de ellos.

―¡Tendrás un hermano! ― dijo con felicidad Valentine mientras abrazaba a su pequeña familia.

John parpadeo unos momentos confundido y luego sonrió, ese había sido uno de sus deseos, había deseado a un hermano.

―Oh eso es genial ― comento complacido y abrazo a sus padres. 

Los nervios de Rose se esfumaron enseguida, ella era feliz en ese momento, tendría un bebé que sería completamente suyo.

Fairchild [Valentine Morgenstern]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora