El "Gran dia" había llegado, aquella noche se firmarian los acuerdos en la ciudad de Alacante, tanto cazadores como subterráneos estarían en el salón de los acuerdos, sin armas, preparados para firmar otros quince años de paz o al menos eso pensaban ellos ya que el Círculo se había puesto de acuerdo en arruinar ese día para evitarlo.Rose quería ir a pelear con el Círculo para vengar la muerte de Connor, necesitaba encontrar al grupo de vampiros que habían asesinado a su parabatai y necesitaba matarlos. Pero Jocelyn se había negado.
―No, Rose, no me arriesgare a que te suceda nada. ―dijo ella negándole la salida de aquella casa, la de sus padres ― Quédate en casa, con nuestros padres y cuida de Jonathan ― claramente ella estaba dándole una orden.
―¿Ahora si te preocupa tu hijo? ― pregunto Rose con evidente sarcasmo en su voz ―. Creo que podría serles de ayuda, soy muy buena peleando. Valentine me vio. ― busco con la mirada a su cuñado esperando que estuviese de su lado ― Dile Val, dile que me necesitas.
Pero Valentine, quien estaba detrás de se su esposa, negó con su cabeza.
―Haz caso a tu hermana, Rosemarie. Esto será sencillo, nadie se lo vera venir, estaremos aquí antes de media noche con una nueva Clave para todos.
Rose al fin asintió con su cabeza, a pesar de que claramente no quería quedarse. Vengar la muerte de Connor era lo único que había querido desde el día que lo perdió.
―De acuerdo, me quedare ― se dio media vuelta y comenzó a subir las escaleras de la casa para ir a la habitación de su hermoso sobrino.
―Rose... - Jocelyn detuvo los paso de su hermana ―, lo siento. Espero que cuando regrese, puedas entenderlo.
Rose se encogió de hombros y termino de subir las escaleras, no entendería jamás porque su hermana la trataba con tanta delicadeza, como si fuese a romperse en cualquier momento. Odiaba que la tratarán como niña, si bien aún no había cumplido los dieciocho, ella era tan madura como su hermana.
Rose observó desde la ventana de la habitación de Jonathan, como su hermana y Valentine subian a su carruaje y se alejaban de la mansión a toda prisa. Ella era dejada de lado una vez más, como si no fuese nadie importante.
―Ya deja de darle vueltas a las cosas, cielo ― la voz dulce de su madre, la hizo desviar la mirada de la ventana. ― Todo lo que sucede, tiene un porqué.
Adela era la mujer más hermosa que Rose hubiera visto, incluso en su entrada edad. Era una mujer preciosa, de hermosos ojos color verde y cabellos rubio oscuro. Rose había heredado los mismos ojos que su padre y el cabello rojo, en cambio Jocelyn era una mezcla de ambos.
Adele, estaba sobre la cama cuidado del mini Valentine. Aquel niño no había sacado nada de Jocelyn, su cabello era rubio y sus ojos negros. Pero era la criatura más hermosa que Rose hubiese visto jamas.
―¿Quieres que te ayude mamá? ― Pregunto mientras se sentaba a un lado de su madre.
Viendo en aquel momento a su sobrino, recordó cuando su hermana se casó con Valentine, había estado algo celosa de ella porque a pesar de que había dejado de molestar a Valentine, él seguía viéndola como una pequeña niña. Había envidiado en secreto a Jocelyn cuando se había enterado de que estaba embarazada de Jonathan. Pero aquella envidia se había quedado atrás cuando vio que Jocelyn odiaba a su hijo.
―¿Podrías hacerlo dormir? Les hare algo a tu padre y a ti para que coman un poco antes de dormir.
Rose reemplazó a su madre cuando ella se puso de pie, tomo a Jonathan en sus brazos sintiendo enseguida como el niño se acomodaba.
― No es necesario, mamá. Podemos comer lo del mediodia, solo somos nosotros tres ― Rose miro a Jonathan, el niño la miraba con una gran sonrisa, siempre la había amado y ella a él.
― Presiento que algo no saldrá bien esta noche ― comento Adele en un susurro mientras salía de la habitación de Jonathan.
Rose alcanzo algunos juguetes para Jonathan y ambos se entretuvieron con ellos, Jonathan habia aprendido a decir algunas palabras, aunque no muchas, ese niño iba a ser muy inteligente.
―¿Quieres dormir, John? - pregunto dulcemente Rose mientras peinaba su cabello plateado quitándolo de su pequeño y redondo rostro.
―No, jugar. ― respondió Jonathan con su dulce y melodiosa voz.
Rose se derretia cada vez que su sobrino hablaba, él era la cosita mas adorable de todas, no sabia por qué Jocelyn sentia tanto rechazo por él. Estuvieron un largo rato jugando hasta que a Jonathan le agarro sueño y ella lo llevo a la cuna.
―Te amo, pequeño guerrero ― susurro besando su frente.
―Te amo, mami.
Jonathan cerró los ojos y se quedó dormido en menos de un segundo. Él la llamaba así cuando estaban sólos, Rose nunca se quejaba ya que él era su bebé.
La muchacha lo miro con una sonrisa dulce y volvió a besar su frente antes de bajar las escaleras y encontrar a sus padres comiendo unas galletas y tomando un poco de té.
―Creí que querias hacer la cena ― Rose se sentó en uno de los sillones tomando una galleta de la mesa.
―Lo siento cariño, estoy un poco nerviosa. ― su madre parecía haber envejecido varios años en esas horas que había estado con su bebé.
La puerta de la entrada se abrió con brusquedad y Rose ya estaba de pie con un cuchillo serafín en su mano lista para atacar... pero era solo Valentine.
―Valentine ¿Qué sucedió? ― pregunto Adele también de pie como su hija y su esposo.
―¿Dónde está Jonathan? ― pregunto buscándolo por la sala.
―Arriba, durmiendo. ¿Qué sucede? ― Rose había bajado su cuchillo, pero aún estaba tensa por el comportamiento de Valentine.
Valentine tomo un jarrón antiguo del aparador más cercano y lo lanzo hacia una pared.
―¡Ella me traiciono! ― grito furioso, estaba fuera de si, como enloquecido ― ¡Ella organizo todo a escondidas de mí!
―¿Qué sucedió? ¿Quién te traiciono? ― pregunto Rose
―¡Jocelyn! ¡Jocelyn me traiciono! ― Grito furioso y miro a Rose ― Busca a Jonathan...
Rose nunca había visto a Valentine tan furioso, él estaba dando vueltas en la sala como un maniático desquiciado. Rose no quería saber que sucedía si lo desobedecia. Subió corriendo las escaleras y entro a la habitación de su sobrino, envolviéndolo con cuidado en una manta lo saco de la cama, Jonathan se movió un poco en sueños pero no despertó.
Cuando bajo las escaleras, Valentine estaba ya en la puerta, la tomo del brazo y la saco de la casa.
―Pero... ¿Qué sucede? ― pregunto preocupada pero manteniendo la tranquilidad.
Velentine la llevo hasta uno de los caballos que ellos poseían.
―Sube, por favor, ve hasta la mansión Wayland. ― él ordenó.
Rose no entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando.
―Pero...
―¡Ve por favor! ― grito Valentine fuera de control.
Rose decidió hacer caso y con ayuda de él subió al caballo y se alejó de la casa llevándose a Jonathan con ella.
Pocos minutos después mirando hacia su hogar Rose descubrió fuego en cada parte de su casa, fuego demoniaco.
Sollozando y aun sin entender lo que ocurría siguió cabalgando en el caballo hasta llegar a la casa Wayland.
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Fairchild [Valentine Morgenstern]
FanfictionRose siempre fue la sombra de su hermana, siempre siendo comparada con su perfecta hermana mayor, siempre siendo ella la segunda, incluso cuando Valentine Morgenstern, el gran amor de Rose, eligió a Jocelyn sobre ella. -Pequeños relatos de capítu...