Fairchild [Valentine Morgenstern]

13.

Pocas cosas arruinan la felicidad de Rose, su hermana era una de ellas y otra era tener que abandonar a Jonathan de la manera que lo iba a hacer.

Alguien, un anónimo, sabía que Valentine y ella estaban vivos e iba a avisarle a la Clave si no volvían a desaparecer, por lo que Valentine con ayuda de sus dos más fieles seguidores organizaron una entradera a su propia casa, donde Emil Pangborn y Samuel Blackwell iban a asesinar a sangre fría a Marie y Michael Wayland.

Ese dia Jonathan estaba fuera entrenando solo, Valentine estaba en la biblioteca y Rose estaba planchando las ropas, ella estaba embarazada de seis meses y los tres tenían las esperanzas de que fuera un niño, aunque Rose secretamente esperaba que fuera una niña.

―¡Padre, padre! ― Jonathan entro corriendo ―¡Alguien viene padre!

Valentine sabiendo quienes eran los que venían miro por la ventana y se giro a ver a su familia.

―¡Escondansen! ― Ordeno mirando a ambos.

Rose busco en la casa un lugar donde esconderse y tras meter a Jonathan bajo las escaleras ella se escondió dentro del armario, ya que Pangborn y Blackwell sabían que ella estaría ahí. Las lágrimas salían de sus ojos y empañaban su vista, mientras veía a los dos cazadores de sombras entrar tirando la puerta abajo. Había dos repudiados con ellos cosa que la sorprendió, Valentine no había dicho nada sobre repudiados.

―Michael, Michael, Michael... veo que no has cambiado con los años ― la voz de Blackwell era de una manera escalofriantemente divertida.

―Ni ustedes tampoco siguen tan feos como siempre―dijo Valentine.

―Nos traicionaste a todos, y ahora morirás por eso. ― Dijo Pangborn.

―¡Ja! Antes los veré morir a ustedes.

Valentine ataco primero, si hubiera ataco de verdad sencillamente hubiera derrotado fácilmente a esos cazadores de sombras, pero él no quería ganar esa batalla por lo que sencillamente se dejó derrotar. Los repudiados lo tomaron con fuerzas mientras el fuerte glamour que había lanzado Valentine hacia lo suyo y le hacía ver a Jonathan sangre donde no lo había. Blackwell "degolló" a Valentine y luego lo dejaron caer al suelo.

―¡Noo! ― grito Rose gritando saliendo de su escondite y se lanzó hacia Valentine que "convulsionaba" en el suelo. Cuando Valentine "murió" Rose tomo la espada de Valentine y miro con odio a los dos cazadores de sombras ― . ¡Lo han matado!

―A eso vinimos cariño, tú debes de ser la segunda esposa de Michael... ¿Marie verdad? ―pregunto Pangborn.

―¿Cómo lo saben? ―su voz sonó temblorosa.

―Nosotros sabemos muchas cosas, como que en esta casa también vive un niño... Jonathan Wayland.

―¡No le harán daño a mi hijo! ― grito furiosa Rose antes de atacarlos, eran cuatro contra uno y ese uno se movía más lentamente al estar embarazada por lo que minutos después Blackwell había "atravesado" su corazón.

Al igual que con Valentine, solo había sido una ilusión para los ojos de todo, pero para los de Jonathan había sido el final de sus padres.

Pangborn y Blackwell se alejaron caminando "buscando" a Jonathan mientras que Rose se dejaba caer en el suelo junto a Valentine.

―¡Mamá! ― Jonathan no lloraba, más bien parecía en estado de shok. Él salió de su escondite y se acercó a sus padres.

―John, vete ― Susurro Rose bañada en sangre y lágrimas ―. Toma uno de los caballos y busca a la Clave, por... por favor.

―Mamá, por favor no te mueras ― Jonathan suplico.

―Por favor cariño, vete... te amo, nunca lo dudes.

John beso su frente y ambos oyeron ruidos en la cocina por lo que él rápidamente salió de la casa y luego de algunos momentos él se había ido.

―Él estará bien ― Valentine susurro acariciando el cabello de Rose que lloraba mientras miraba hacia donde John había desaparecido―. Tenemos que salir de aquí antes de que la Clave venga a inspeccionar.

Valentine se puso de pie y con gentileza y cuidado la ayudo a ella también.

Rose lloraba en silencio, su niño se había ido y no sabía cuando volvería a verlo o si la perdonaría cuando se enterarse de que era Rosemarie Fairchild.

Al salir al jardín descubriendo ya a los otros dos cazadores de sombras que estaban montados en su caballo.

―¿Necesitas algo más señor? ― pregunto Blackwell.

―No por ahora.

Con un leve asentimiento ambos se alejaron de la casa llevándose a los repudiados con ellos.

―¿Dónde iremos ahora? ―pregunto Rose mirando a la casa con nostalgia.

―A nuestro hogar, es hora que Jonathan vea a su tía.