Perfectly Good Heart

Capítulo 10 - I Love You

-Estoy preocupado Michael, hace 2 horas que estoy con ella y no se despierta. ¡Dos horas!... Está bien. Nos vemos.

Escuchaba a alguien hablar.

Lentamente abrí mis ojos y vi una luz blanca muy molesta.

Me tapé la cara con mi ante brazo y escuché de nuevo esa voz.

-¿Fizzy?

Luke.

-¡Felicity Shelley por favor dame señales de vida!

-¿Luke? –murmuré-

Abrí mis ojos por completo y me encontré con un hermoso par de ojos celestes.

Mucho más brillantes que la luz que me alumbraba.

-¡Gracias a Dios que estás viva! –suspiró aliviado-

-¿Por qué? ¿Qué pasó?

-Saliste de la oficina del director llorando, tenías tu mano en la frente y te caíste, pero te sujeté y como no respondías, corrí el pelo de tu cara y estabas dormida. Asique te cargué y te traje a la enfermería. Hace más de 2 horas que estás “inconsciente” –haciendo las comillas con sus dedos-

-Gracias Luke –le sonreí- Siempre ahí para rescatarme.

-Soy tu príncipe amarillo.

-Dorado. –Le sonreí-

-¡Mi niña!¡Despertaste! –Gritó una mujer- ¿Cómo te sientes?

-Supongo que mejor.

-Mejor así. Te recomiendo seguir en cama, hace más de 2 horas que no había señal de vida tuya. Solo dormías.

-Ohh… gracias por cuidarme.

-De nada, pero… él –tomando a Luke de los hombros.- es todo un caballero. Le dije que te dejara y que viniera en el receso, pero se quedó.

Luke estaba con la cabeza gacha todo colorado.

-Ya suficiente por favor. –Dijo riendo-

-Buenas tardes jóvenes. –Dijo la enfermera retirándose-

-¿Con que… te quedaste 2 horas… por mí? –Lo miré-

-Digamos que estuve esperando a que mi princesa se despierte de su pequeño incidente. Pero te miré dos horas. Te ves tan… relajada.

-Si, si. Ya entendí. –Dije riéndome.- ¿vamos a clase?

-Son las 4pm. No creo que haya profesores todavía.

-¡¿4 PM?!

-Sip. No diría que tenés sueño pesado, solo que creo que deberías dormir más. Un desmayo de 2 horas no es normal. –Dijo con cara de nene-

-Me voy a casa entonces. –Bajando de la camilla para tomar mi mochila-

-Te acompaño entonces. –Tomando su mochila-

-Hemmings…

-Shelley….

Me tomó de la cintura todo el trayecto a casa.

Se sentía tan bien tenerlo cerca.

Juro que nunca me sentí tan segura al lado de alguien.

Al llegar a casa y subir los escalones de la entrada, noté como reía para sus adentros.

-¿Pasa algo Lukey? –Dije sarcástica.-

-Te salvé y no obtuve recompensa. –Dijo sonriendo para un lado-

Era hermoso cuando hacía eso.

Lo hacía más… ¿irresistible?

-Ya que no obtengo mi recompensa, voy a reclamarla. –Dijo victorioso.-

Se acercó a mí lentamente y me tomó por la cintura.

Podía sentir su respiración, su corazón palpitando.

El mío latía descontroladamente, sentía que en cualquier momento saltaría de mi pecho.

Me tomó la mejilla con una mano y con la otra corrió una mecha de mi pelo colocándola detrás de mi oreja. Quitó sus manos de mi rostro y me sonrió. Cerré los ojos y juntó nuestras frentes. Estaba demasiado cerca.

Éramos nosotros dos. Nadie más.

Y en ese mismo momento…

Me besó.

Sentí sus labios contra los míos.

Todo mi cuerpo recibió una descarga y coloqué mis manos alrededor de su cuello, dejando que mis manos jueguen con su cabello dorado.

Luke se separó de mí y susurró en mis labios una palabra que quedará marcada para toda la vida en mi cabeza.

-Te amo.

Sonreí como tonta ante su comentario.

Mis manos seguían en su nuca, llevé una hacia su cabello y comencé a jugar con él.

-Como que sigas haciendo eso, me voy a dormir.

Reí y lo tomé por el rostro.

Era tan lindo.

Perfecto.

Su sonrisa era perfecta.

Ese pequeño piercing negro en ella, lo hacía ver rebelde, pero él era todo lo contrario a eso.

Sus manos hacían círculos en mi cintura sobre la remera mientras yo examinaba el hermoso color de sus ojos.

Fue el momento más hermoso de mi vida.

Nos separamos, besó mi frente, bajó las escaleras y dijo “hasta mañana”-

Subí inmediatamente a mi cuarto y me recosté en la cama mirando el techo.

La sonrisa en mi rostro era imborrable.

Tocaba mis labios con el dedo índice y recordaba el beso de hace segundos.

Fue perfecto.

Mi primer beso.