Capitulo 8: Maratón 1/3

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Capitulo 8:

(Narra Justin)

“RING RING” sonó el despertador, un ligero hilo de luz traspasaba la ventana de mi habitación hasta llegar a mi rostro. Volví a cerrar los ojos, era viernes por la mañana, amaba los viernes, nunca hacíamos nada productivo en la escuela. La mayoría de las horas pasaban entre materias irrelevantes.

Me levanté y fui al baño a darme una ducha y cepillarme los dientes, tomé algo de ropa y me vestí. A pesar de que desde el miércoles me la pasaba todo el día dentro mi habitación descansando, todo el cuerpo me pesaba y solo quería dormir.

-Buenos días – saludó mi madre al verme bajar las escaleras

-Hola – respondí yendo directamente a la puerta – y adiós

-¡Justin! – Gritó mi padre

¡Demonios! Cuando él se metía en la situación, nunca pasaba algo bueno para mí.

-¿Si? – dije volviendo sobre mis pasos

-Ven aquí – me ordenó

Me acerqué a él y lo miré a los ojos, nunca había sido capaz de eso, el tenía una mirada demasiado fría que hacía que el cuerpo se me helara.

-Estoy aquí – dije algo altanero – y…

-Conversamos con tu madre y nos hemos dado cuenta de que has cambiado bastante desde lo ocurrido con tus amigos…

-Papá… - intenté interrumpir

-No comes – me interrumpió - al llegar de la escuela te encierras en tu habitación, eres agresivo, no hablas con nadie…

-Tú no puedes estar controlando cada maldito minuto de mi estúpida vida – lo interrumpí casi gritando – Ya no soy un niño

-A mi no me hablas con ese tono – se levantó

-Pues ya lo hice – me dirigí a la puerta a pasos agigantados

Oí sus gritos ordenándome que volviera, pero ¡Al demonio con él! ¡Al demonio con todos! Salí dando un portazo y empecé a caminar hacia el parque. De todos modos no me extrañarían en la escuela.

Lancé mi mochila sobre el pasto y me senté bajo un árbol ¡Oh, Mie*rda! Aún no estaba totalmente convencido de lo que había hecho ¿Acababa de responderle a mi padre? ¡Sí! Yo nunca había sido capaz ni de cuestionar sus opiniones, él era como un Dios para mí. Si él me decía que el cielo era verde, el cielo debía ser verde.

Debía admitir que él tenía algo de razón, desde aquel día había cambiado bastante, pero tampoco era sencillo para mí que me culparan porque mi mejor amigo se encontraba en Terapia. Sonreí. ________ tuvo razón, Zayn lo había llevado al hospital. Aunque también estuvo a punto de enviarlo a otra vida. Mis otros amigos no habían recibido tantos golpes, pero eso no hizo que me odiaran menos, según ellos por mi culpa sus “hermosos” rostros habían sido desfigurados y las chicas ya no querrían salir con ellos. Reí. Todas las chicas del lugar sabían que eran unos ineptos. De todas formas no saldrían con ellos.

Me acosté en el pasto y observé el tráfico. Calles transitadas, vidas ocupadas. Y yo estaba ahí, solo con mi mente cambiante. Con su rostro grabado en mi mente y su nombre tatuado en mi corazón. No la vi venir, no esperaba si quiera que alguien como ella pudiera entrar a mi vida, ella había roto mi armadura y me había quitado el antifaz del “Chico perfecto”.

Hace una semana las chicas peleaban por tener mi atención, con un simple gesto podía conmocionar a toda la escuela, todos estaban a mis pies, yo era como un rey. Pero ahora, solo me veían como el maldito culpable de lo ocurrido con Alex. Aunque debo admitirlo, no me importa. Lo único que me interesaba era _______, saber de ella y de su vida, descifrar todos los secretos que guardaban sus ojos.

Lastimosamente no sabía mucho de ella, y era demasiado cobarde como para volver a acercarme a su vecindario. Tomé mi mochila y empecé a usarla como almohada. Observé que el cielo había empezado a nublarse, notoriamente se avecinaba una tormenta.

Cerré los ojos por unos minutos, podía oír las bocinas y el sonido de las personas caminando por las aceras.

Una gota cayó sobre mi rostro y me hizo abrir los ojos, miré la calle que se encontraba a mi derecha.

¡Demonios! No podía seguir comportándome como un inútil el resto de mi vida, ese día volvería a ver a _______ cueste lo que cueste.

Me puse de pie y tomé mi mochila. El viento y la lluvia se volvieron más fuertes provocando que en menos de algunos minutos estuviera totalmente mojado. No me importó.

Me coloqué bajo un árbol y empecé a pensar. Cuando habíamos conversado en la fiesta ella no me había mencionado a que escuela iba, pero era más que obvio que asistía a la escuela pública que se encontraba cerca de su vecindario.

Observé la ciudad, me llevaría por lo menos una hora atravesar ese laberinto de personas en medio de esa lluvia y al llegar debía encontrar un lugar en el cual esperar a la salida de los estudiantes. Además, posiblemente mi presencia no sería muy celebrada, quizás Zayn y sus amigos decidirían terminar con lo que habían empezado y enviarme a urgencias junto con Alex.

¡YA! No sabía cómo ni por qué, pero yo tenía una conexión con _______ y esa conexión no se perdería solo por mis miedos.

Los truenos, los rayos y los relámpagos empezaron a marcar presencia cada vez con más fuerza como si quisieran detenerme. Pero en ese momento estaba decidido, nada ni nadie podrían frenarme.

Mi vida es un giro de 360º- Justin Bieber Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora